Tanto Hala Bedi Irratia como el gaztetxe de Gasteiz están de cumpleaños, y sus componentes prometen que a lo largo de todo este año van a liarla «pajarraka». Ayer presentaron ante los medios de comunicación una campaña para celebrar ambos aniversarios, en la que utilizarán un espantapájaros de símbolo y un sonoro «Txorionak Gasteiz!» a modo de lema.

Estos dos organismos nacieron en dos fechas bien señaladas en el calendario festivo de Araba y de Gasteiz. Hala Bedi nació el día de inicio de las fiestas de la Blanca, el 4 de agosto de 1983, con el objetivo de trabajar «por una forma de comunicación diferente». El gaztetxe, por su parte, inició su andadura «con una patada a una puerta» la víspera de San Prudencio de 1988. Y si ahora se unen para este año de celebraciones, en su historia han compartido «una misma base que sirve de alternativa real a los y las gasteiztarras». Dos realidades «necesarias» que ambos colectivos reivindicarán «con orgullo» a lo largo de todo este 2008.

Pájaros y pajarracos

Ambos colectivos han tenido que hacer frente a lo largo de toda su existencia a la continua amenaza de cierre y desalojo. Sin embargo, han llegado a una edad considerable, y lo han logrado, en su opinión, «gracias a la asamblea, escapando de estructuras jerárquicas y garan- tizando la participación de todas y de todos». Y además, lo han hecho durante varias generaciones «que han dejado su rastro en esta ciudad».

El otro elemento que ha sido determinante para la supervivencia del gaztetxe y de Hala Bedi ha sido «la autogestión», subrayan sus componentes, y añaden que esa filosofía de funcionamiento es su «forma de ser». «En lugar de gestionarnos con ayudas de las instituciones -añaden-, nosotros hemos creado los recursos para llevar a cabo nuestro proyecto, sin que nadie nos condicione».

Hala Bedi Irratia y el gazte- txe se consideran «altavoz y plataforma» para el movimiento popular de Gasteiz, al que dicen deber «el estar vivos». Ellos son «los pájaros que han dado una razón de vivir a nuestro trabajo, ofreciéndonos su calor y sus alas cuando más lo hemos necesitado».

Pero si hay espantapájaros es porque en la realidad política y social de Gasteiz también hay pajarracos que, «en las mismas calles donde nosotros vemos vida, quieren sembrar semillas de especulación y turismo, para que unos pocos se lleven buenos beneficios».

En carnavales iniciarán el periplo de este cumpleaños, sacando una carroza y celebrando una fiesta en el gaztetxe. Pero también habrá otros actos menos lúdicos, como unas jornadas sobre comunicación.