«Existe una conexión europea en esta nueva ola anticomunista»
Milan Krajca preside el KSM (Komunisticky Svaz Mladeze), la Unión de Jóvenes Comunistas de la República Checa, una organización ilegalizada en octubre de 2006 en el marco de la ola anticomunista que recorre Europa.
M.I. |
Milan Krajca no duda al afirmar que el objetivo de la ilegalización, que esconde «razones políticas» y supone «un nuevo recorte de los derechos y libertades democráticas y ayuda a las tendencias anticomunistas y antidemocráticas», es el Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSCM), tercera fuerza política, pero lo considera una amenaza para todas las formaciones progresistas y de izquierda.
¿Cuándo se produjo la ilegalización del KSM y bajo qué argumentos?
Las juventudes comunistas de la República Checa recibimos el 12 de octubre de 2006 una carta del Ministerio de Interior en la que nos informaba de nuestra ilegalizacion. La razón oficial es que nuestro programa político recoge que luchamos por el socialismo y por el cambio de la propiedad de los medios de producción de privados a públicos. Esa es la razón oficial.
Pero también se adujo el carácter político de la organización.
El primer argumento que emplearon era una cuestión técnica, que somos un partido político y no estamos registrados como tal, una razón que tendría que haber supuesto también la ilegalización de todas las organizaciones juveniles de los distintos partidos políticos. Luego cambiaron de argumento. Interior dijo que teníamos que ser ilegalizados porque distribuíamos textos de Marx, Engels y Lenin, pero también lo modificaron. Y finalmente arguyeron sólo el tema de la propiedad pública. El Ministerio de Interior dijo que esa cuestión iba en contra de la ley, pero no hay ninguna ley que diga lo contrario.
¿No lo tenían claro?
Ese cambio en la argumentación demuestra que no es una razón real, sino que tenían que buscar una excusa. Creemos que la razón es que somos la juventud del Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSCM) y lo que buscan es ilegalizar el Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSCM).
¿Por qué?
El Partido Comunista en la República Checa tiene un peso muy grande. Es la tercera fuerza en el Parlamento, con el 15% de los votos, y lo que quieren es atacar al Partido Comunista, principal fuerza de la oposición.
¿Por qué no lo hacen directamente?
Es una campaña permanente contra el Partido Comunista. Se han realizado diferentes propuestas de ley para ilegalizarlo, una de las cuales está ahora en el Parlamento. No se ha llevado a cabo hasta ahora porque la respuesta del pueblo checo e internacional a la ilegalización del KSM, no les deja actuar con tanta rapidez.
¿Tiene alguna relación la ilegalización del KSM con la resolución anticomunista del Consejo de Europa de enero de 2006?
Sí. Es una tendencia de toda la Unión Europea, que se demuestra en distintas declaraciones de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y en diferentes resoluciones anticomunistas del Parlamento Europeo. Existe una conexión europea en esta nueva ola anticomunista. Creemos que se quiere criminalizar a los partidos comunistas porque están en primera línea contra las agresiones neoliberales de la Unión Europea. En muchos países del Este europeo hay campañas anticomunistas; en Hungría, donde el Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros se enfrenta a los tribunales, y en los países bálticos, los partidos comunistas están ilegalizados.
Engloba su ilegalización en una estrategia anticomunista más amplia, que se da a nivel europeo, pero en la Europa más occidental no se dan esas iniciativas contra los países comunistas. ¿Cuál puede ser la razón?
En el caso de la República Checa, la razón es que existe un movimiento comunista muy fuerte, por diferentes razones. Por la crisis política, económica y social en la que estamos inmersos, por una desilusión con respecto al capitalismo y porque todavía existe una memoria de experiencia socialista. Hay gente que piensa que los comunistas pueden dar una solución a esta situación, como principal fuerza de la oposición, y creo que ésa es la verdadera razón de la campaña anticomunista en la República Checa.
¿En qué medida esta estrategia anticomunista forma parte de un recorte general de libertades?
En la República Checa, la primera línea de esa estrategia antidemocrática es la lucha contra los comunistas, pero continúa en la lucha contra el movimiento que se opone a la base militar y también contra los sindicatos para limitar sus derechos. Creo que todas esas estrategias tienen una conexión. Por eso no luchamos sólo por la legalidad del comunismo sino por la creación de un frente por los derechos y las libertades democráticas.