COPa Derrota rojiblanca
90 minutos para evitar el bochorno
El Athletic se desmoronó en apenas tres minutos en un partido que tenía relativamente controlado. Los pagaron con un serio correctivo a sus fallos de concentración atrás. Ahora, todo quedará para una vuelta donde deberá aflorar la magia de San Mamés
Beñat ZARRABEITIA | BILBO
Tras una dura derrota en San Siro, el difunto Juanito -uno de los personajes más odiados por San Mamés- aseguró, en un precario italiano, que «noventa minuti en Bernabéu son molto longo». A algo similar se tendrán que encomendar los hinchas rojiblancos para mantener la esperanza de remontar la eliminatoria. La mística de La Catedral tendrá que recuperar todo su esplendor para revivir esas noches mágicas que han convertido al Athletic en un club de leyenda. Por tanto, aunque en caliente sea complicado decirlo, no está todo perdido.
El objetivo está claro que no se antoja nada sencillo -aunque no imposible- debido, por un lado, al pésimo resultado cosechado por el Athletic y, por otro, por la incapacidad tanto en el juego como en la pizarra mostrada por los rojiblancos a lo largo de la campaña. Y es que ayer, los vascos volvieron a evidenciar una evidente inoperancia ofensiva y la preocupante mandíbula de cristal de una parcela defensiva que añora sobremanera a Iraizoz y Ustaritz.
Ayer, de nuevo, al igual que sucedió el domingo en Iruñea, el equipo se desmoronó en apenas tres minutos para encajar dos goles. El segundo con una clara colaboración arbitral, esa que con tan mala baba achacaba el presidente racinguista a los leones tan sólo unas horas antes, validaba un remate de Smolarek en fuera de juego.
Caparrós, tarde y mal, buscó la verticalidad de Tiko y sus jugadores alguna acción que supusiera un oásis en medio de su escasa creación ofensiva. Garmendia y Gabilondo se acercaron, pero no pudieron concretar un tanto que hubiera sido puro oxígeno para el Athletic y todo su entorno.
De inicio, en el partido de ayer, Caparrós optó por mutilar la figura del mediapunta, un puesto que había otorgado mayor salida a un trastabillado juego en este mes de enero. Así, en Santander optó por recuperar su clásico 4-4-2.
Los cántabros, jaleados por su hostil afición, salieron en tromba. Serrano, Jorge López y, sobre todo, Iván Bolado pusieron en aprietos al Athletic. El joven punta dejó en evidencia a los centrales rojiblancos y falló sólo ante Aranzubia.
Doble golpe inmediato
Los vizcainos lograron contener ese ímpetu y se fueron sintiendo cómodos en medio de un juego más que trabado. No conseguían crear, pero al menos tapaban al Racing. De hecho, la única llegada destacable rojiblanca llegó tras un gran pase diagonal de Del Horno a Aduriz, pero Coltorti estuvo más rápido que el donostiarra. Bajo esa tónica, se logró el objetivo de llegar al descanso sin sobresaltos.
Quedaban 45 minutos para certificar un buen resultado y los bilbainos tenían relativamente controlado el choque. Sin embargo, volvieron a disolverse como un azucarillo ante la primera adversidad. Un grave error defensivo permitió marcar a Tchité en el minuto 74. Tres minutos Después, sin solución de continuidad, Smolarek cerró el marcador en fuera de juego.
Un resultado complicado, aunque no imposible de invertir. Lograr la remontada no será nada fácil, pero la historia del Athletic está jalonada de este tipo de situaciones.
Valencianos y azulones se impusieron por 1 a 0 a Atlético y Mallorca respectivamente en la jornada del miércoles. Por su parte, en el choque disputado anoche entre Villarreal y Barcelona terminó con un empate a cero que deja más que abierta la vuelta en el Nou Camp.
El resultado no fue lo único que disgustó ayer a Joaquín Caparrós, apenado porque el primer gol del Racing volvió a pasar más factura de la deseada a su equipo que, de hecho, encajó otro de inmediato.
«No estábamos jugando mal, pero nos han metido el primer gol y hemos vuelto a lo mismo -lamentó-. Tenemos que confiar en nuestras posibilidades. Quedaba mucho partido y teníamos que confiar, pero nos han metido el segundo y luego ha sido querer y no poder». Tampoco quería darle más vueltas Caparrós a los problemas que encuentra el Athletic para hacer gol. «Lo que me preocupa -insistió- es que nos metan un gol, nos entre una pájara y el partido se rompa. Cuando te meten un gol, tienes que confiar, madurar la cuestión sin volverte loco, enfriar la situación de euforia del rival. Pero la verdad es que no nos está pasando éso».
Lo cierto es que, de una forma u otra, el Athletic acabó cayendo 2-0, lo que ha complicado considerablemente la eliminatoria. «Pero como deportistas y como profesionales, igual que ellos han metido hoy dos goles, nosotros tenemos que intentar hacer un buen partido en la vuelta, tener máxima eficacia y tener máxima confianza. No podemos tirar la eliminatoria -subrayó-. Ya dije que independientemente del resultado, la eliminatoria se iba a decidir en San Mamés y seguimos con esa idea». También dijo que la eliminatoria estaba al cincuenta por ciento pero ahora, evidentemente, «ha cambiado el porcentaje, aunque seguimos con la misma idea. Como deportistas y con la rabia que se nos ha quedado, vamos a intentar hacer un buen partido e intentar clasificarnos», insistió.
Marcelino, por su parte, se congratuló por el «magnífico partido» de su equipo, pese a considerar que el resultado final fue algo «corto porque hoy, salvo en algunas acciones a balón parado y algunos minutos del primer tiempo, creo que hemos sido absolutamente superiores en ocasiones, en juego, en iniciativa..., en todo. Hemos metido dos goles, pero podíamos haber metido alguno más», insistió. De todos modos, se reconoció «francamente satisfecho porque creo que es un resultado muy bueno, aunque no definitivo».
La comisión de disciplina de la entidad de Ibaigane decidió ayer suspender temporalmente a dos socios del club. A su entender son los responsables del lanzamiento de objetos producido en el partido disputado contra el Real Madrid durante el pasado mes de diciembre.
El joven cadete rojiblanco ha sido citado por la Federación española para disputar con la selección sub 16 de este Estado el campeonato que anualmente se celebra en la localidad portuguesa de Santarem. Se trata de un torneo de gran tradición donde han destacado grandes figuras.
A pesar de que en un principio el partido de vuelta contra el Racing se iba disputar el próximo miércoles, finalmente, el encuentro se jugará el jueves. Eso sí, el choque entre vascos y cántabros mantiene su horario inicial y se disputará a partir de las 20.00 horas.