El cuerpo de Asier Urzelai Gisasola llegó ayer por la tarde al tanatorio de Elgoibar. El joven montañero de 31 años falleció el viernes en la Mesa de los Tres Reyes al despeñarse cuando ascendía a la cima.

El cuerpo sin vida del vecino de Eibar fue trasladado el viernes por la tarde al Instituto Navarro de Medicina Legal a donde se desplazaron amigos y familiares. Ayer por la mañana le practicaron la autopsia y posteriormente su cuerpo se puso de camino a la localidad armera, donde esperaban numerosos amigos y vecinos. Desde ayer su cuerpo permanece en el tanatorio de Elgoibar, donde a primera hora de la mañana se instalará la capilla ardiente. El cuerpo del joven será incinerado posteriormente. El funeral se celebrará mañana a las 19.00 en la iglesia San Andrés de Eibar. Asimismo, han anunciado que la próxima semana amigos y vecinos le brindarán un pequeño homenaje.

En cuanto a las circunstancias del siniestro, según informaron el viernes fuentes del Gobierno de Nafarroa, el joven que lo acompañaba fue quien dio aviso al camping de Asolaze (Izaba) del fatal siniestro, de donde alertaron a los servicios de emergencia.

Al parecer, el joven se habría resbalado con una placa de hielo y cayó unos 200 metros. Si bien los servicios de emergencia desplazados al lugar encontraron al joven todavía con vida, éste falleció poco después sin que los facultativos desplazados al llano de Belagoa pudieran hacer nada por su vida. La persona que acompañaba a Urzelai en el momento en el que despeñó, tuvo que ser atendido, debido al golpe emocional que le supuso la caída de su compañero.

Casos similares y cercanos

La noticia del fallecimiento del joven conmocionó a la localidad armera donde «Urze» -como lo llamaban sus allegados- era muy conocido. También ha resultado un golpe para los vecinos de Izaba, a donde Asier y sus compañero se desplazaban muy a menudo.

Esta nueva muerte trae a la mente casos similares, como el del vecino tolosarra Ramón Arbillada Mujika, que falleció el pasado 30 de julio cuando atravesaba un collado próximo a la cima del Pico de Palas, precipitándose desde 150 metros de altura. En mente sigue también la trágica muerte de los tres montañeros Xabier Zubieta, Luis Mari Pikabea y Xabier Saralegi. Los tres jóvenes de Lesaka y Bera perdieron la vida al precipitarse al vacío cuando ascendían al Taillon.