Los guerrilleros chadianos que luchan para derrocar al presidente, Idriss Deby, advirtieron ayer de que se defenderán si son atacados por tropas francesas o de cualquier otro país en Chad, después de que París amenazara con actuar de forma «más decisiva» si hiciera falta.

«Estamos determinados a alcanzar nuestros objetivos, sea cual sea la fuerza extranjera que intervenga en Chad, de Francia o de otro sitio», aseguró Ali Ordjo Hemchi, un portavoz de la guerrilla. «Si somos atacados -advirtió- tenemos el derecho legítimo de defendernos».

Los guerrilleros respondieron así a las amenazas, repetidas ayer, del Gobierno francés de actuar de forma «más decisiva» para proteger al «Gobierno legal» del presidente, Idriss Deby. Éste compareció ayer para asegurar que sus tropas mantienen el control de todo el país.

El ministro galo de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, señaló que «el deber de Francia» sería «proteger, quizás ahora de forma más decisiva si surgiera la necesidad, al Gobierno legal», aunque matizó que «esto no quiere decir que vayamos a hacerlo o que deseemos hacerlo».

Kouchner afirmó que las fuerzas de Deby controlan la capital, pero indicó que los insurgentes están agrupados, con uno o dos centenares de vehículos, al este.

Primer balance de víctimas

El Comité Internacional de Cruz Roja cifró en 160 los muertos en los combates del pasado fin de semana. Los heridos se cuentan por centenares.

Los guerrilleros llegaron el sábado hasta N'Djamena en un intento de derrocar a Deby, pero el lunes anunciaron una retirada «estratégica». El martes, uno de sus portavoces anunció haber aceptado un principio de alto el fuego, atendiendo a la solicitud de Libia y Arabia Saudí, y acusó al Estado francés de intervenir en el conflicto y de causar víctimas civiles. El Gobierno de Chad rechazó el martes el alto el fuego al considerar «derrotados» a los insurgentes, al tiempo que París amenazaba con actuar, mientras negaba haber intervenido en el conflicto.

Uno de los portavoces del insurgente Comando Militar Unificado (CMU), Abderamane Koulamallah, confirmó que los guerrilleros están «reorganizándose» y preparando una «nueva táctica» y aseguró que retomarán la guerra si el Gobierno no se suma a la tregua.

El Gobierno comunicó la prohibición de usar turbante en N'Djamena -prenda empleada por los insurgentes- y la obligación de ir a «cara descubierta».