Herido «muy grave» un empleado de 21 años por quemaduras con metal fundido
GARA |
H.D.C., trabajador de 21 años, resultó herido de carácter «muy grave» tras sufrir ayer un accidente laboral en una empresa de la localidad arabarra de Legutio. Según fuentes de la DYA, H.D.C. presenta quemaduras en el 30% de su cuerpo, que afectan a la totalidad de la cabeza, así como a parte del tórax, de las extremidades superiores y de la pierna derecha.
El accidente laboral, ocurrido a las once de esta mañana en la empresa Fundial -dedicada a la fundición de aluminio-, del polígono industrial Gojain, de Legutio, sucedió cuando el obrero herido volcó aluminio fragmentado del exterior mediante una pala de carretilla en un horno mantenedor. Al caer la chatarra húmeda, entró en contacto con el caldo, produciéndose la explosión y alcanzando al trabajador.
H.D.C. fue evacuado en un helicóptero de Osakidetza hasta el helipuerto del BEC donde a las 12.15 una ambulancia de la DYA lo trasladado al hospital de Cruces, quedando ingresado en la Unidad de Grandes Quemados.
Según el avance del informe elaborado por Osalan, el trabajador nunca debió verter chatarra húmeda en un horno en marcha. El informe concluye que ésta es una operación que no debería haberse realizado «bajo ninguna circunstancia» y que nadie se explica lo ocurrido.
H.D.C. es jefe de colador y tiene 20 meses de experiencia en ese trabajo.
Concentración en Erandio
Una hora después del grave accidente de Legutio, delegados del sindicato LAB se concentraban en Erandio para denunciar la muerte de S.R.R.D., trabajador de 58 años fallecido el lunes cuando trabajaba en la empresa Marmolería Rafael Arguedas.
Por el mismo motivo, el sindicato abertzale junto a otros agentes sociales celebraron una concentración en la explanada del Metro de Erandio.
LAB denunció que «resulta lamentable que dediquen más esfuerzo al marketing (convenientemente trucado) y a lavarse las manos que a afrontar un drama social tras el que hay hombres o mujeres muertos en el puesto de trabajo y familias rotas que no merecen la más mínima atención de los responsables políticos». La muerte de S.R.R.D. coincidió con la exposición del consejero Azkarraga sobre la siniestralidad en la CAV. Habló de un total de 86 trabajadores muertos en 2007.
Además, según LAB, «siguen maquillando las cifras y dejando a mucha gente fuera de su contabilidad. Los datos siguen sin ser reales. ¿Dónde están esos muertos que no aparecen? ¿O dependen de la categoría jurídica de los mismos? ¿Depende de si son de otro país? Con este ocultamiento se hace flaco favor a una realidad como la nuestra, porque lo que no se conoce no se puede cambiar».