No va a ser ésta una semana tranquila en el seno rojillo. A los problemas derivados por el concurso de varios jugadores con sus respectivas selecciones hay que sumar los relacionados con las lesiones de diversos hombres básicos en el esquema de Ziganda. Y todo ello en vísperas de la disputa de una nueva final en El Sadar a la vista de la situación clasificatoria.

Aunque esperada, la noticia del periodo de baja de Miguel Flaño conocida ayer supone un quebradero de cabeza más para el técnico rojillo. Según el parte médico, el de Noain permanecerá en el dique seco por espacio de seis semanas, lo que traducido al calendario liguero supone que regresará a falta de diez jornadas para la conclusión del campeonato liguero.

Al hecho de que venía siendo una pieza casi insustituible en el once rojillo -tras Ricardo, el jugador que más minutos había disputado hasta ahora- hay que sumarle que la plantilla no anda muy sobrada de efectivos en la posición de central. Ahora tendrán que resolver la papeleta un dúo de veteranos -Krutxaga y Josetxo- con Igotz Garde en la recámara, aunque el baztandarra no ha dispuesto de oportunidades al estar lesionado durante un periodo prolongado.

Otro de los renqueantes tras el encuentro del Camp Nou es Natxo Monreal, que correteó por la mañana con el readaptador físico, Josu Sesma, y descansó por la tarde, reconoció sentir molestias al apoyar, debido a un pequeño golpe debajo del gemelo. El de Ezkirotz volverá a probar hoy, aunque se mostró optimista sobre la posibilidad de regresar con el resto de compañeros en esta misma sesión.

Dady, fisioterapia

La novedad desagradable de la jornada en cuanto a lesionados se hizo pública en el entrenamiento vespertino, ya que en él no tomó parte Dady, aquejado de una sobrecarga en el muslo izquierdo, al parecer producida durante el entreno matinal.

Aunque todo apunta a que el concurso del futbolista caboverdiano en el trascendental envite del domingo está garantizado, habrá que esperar a confirmar tal extremo tras ver cómo evoluciona el estado físico del jugador en lo que queda de semana.

En principio, el ariete isleño permaneció en el gimnasio durante la sesión de ayer por la tarde, donde se le aplicó tratamiento de fisioterapia y medicación, indicándose por parte de los servicios médicos que se le volverá a valorar hoy.

Para finalizar con la enfermería rojilla, Quique Corrales entrenó por la mañana con el readaptador físico, si bien ya por la tarde se ejercitó con el resto del grupo, demostrando que parece recuperado de su tendinitis en la rodilla derecha.