La estrategia del PSOE parece clara: negar que en las conversaciones de Loiola se llegara a un preacuerdo, responsabilizar a la izquierda abertzale de la ruptura del proceso negociador y reprimir a este último sector. Ramón Jáuregui volvió a dejarlo claro ayer, en una entrevista en «Berria», en la que, además, afirmó que lo hablado en aquella mesa a tres de Loiola no sirve para nada. «Yo no proyectaría al futuro nada del pasado. Todo está quemado, amortizado. Se han desvaratado los métodos, las mesas, los sistemas, los diálogos post-tregua...», dijo.

Para el cabeza de lista del PSE por Araba al Congreso de los Diputados, todo lo que ha dicho y hecho la izquierda independentista en el proceso de negociación «ha sido mentira. Empezando desde la rama de olivo, hasta lo de las mesas. También el posibilismo que mostraban algunos (...) En mi opinión, ahí dentro no hay nadie para liderar un posible final en el siglo XXII, con las reglas de la democracia. O como dice Kepa Aulestia, no hay nadie capaz de ser el último, apagar la luz y cerrar la puerta».

Confirmó lo que vienen repitiendo representantes de su partido y del Gobierno español, que ahora ya no hay opción para el diálogo. «No hay vuelta atrás. hemos aprendido muchas lecciones, y no las vamos a olvidar. Que ETA no esté dispuesta a nada tiene sus consecuencias. Ellos han elegido la violencia, y nosotros lucharemos contra ellos, en todos los planos».

Sobre la ilegalización, dijo que en 2002 le extrañó que el PP adoptara esa estrategia, «pero hoy reconozco que se trata de una decisión plenamente democrática y políticamente lógica».

También dejó un mensaje para PNV, al que indicó que «si plantea el plan Ibarretxe o la consulta, hará inviable cualquier acuerdo y no pintará nada en la legislatura».