El movimiento en favor de la ocupación de Bilbo se movilizará el sábado, a partir de las 20.00, desde la Plaza Circular, para denunciar los últimos ataques contra los proyectos de autogestión impulsados por los jóvenes de la capital vizcaina. Como responsable de esta ofensiva señalaron al Ayuntamiento que preside el jeltzale Iñaki Azkuna, a quien acusaron de criminalizarles.

A las puertas del gaztetxe Zazpi Katu, que fue desalojado el lunes por la mañana por fuerzas policiales y recuperado a la tarde por los jóvenes, representantes de la gazte asanblada del Casco Viejo bilbaino, arropados por portavoces de Bilboko Okupazio Mugimendua (BOM) y del Consejo de la Juventud de Euskadi, denunciaron el ataque, subrayando «la actitud agresiva y poco profesional de la Policía Municipal».

Tras relatar los hechos acontecidos el pasado lunes en las escaleras de Solokoetxe, donde se encuentra el gaztetxe agredido, agradecieron la respuesta dada por el vecindario, muchos de los cuales acudieron ese mismo día a la tarde a una manifestación de protesta en la que participaron cerca de 500 personas. Esta reacción, incidieron, permitió la «recuperación» del local.

La jornada se saldó con la identificación de seis jóvenes por parte de la Ertzaintza y otra decena heridos tras una carga, en la que se dispararon pelotas de goma. El portavoz de Zazpi Katu destacó que la intervención de la Policía autonómica fue «indiscriminada», especialmente «contra la gente que les gritaba que había gente mayor». Una de las heridas tuvo que ser trasladada a un centro sanitario «porque le abrieron la cabeza».

Pero no es la única amenaza que pende contra el trabajo de cientos de jóvenes de Bilbo, ya que el 27 de febrero está previsto que, de nuevo, se intente desalojar el gaztetxe de Olabeaga. La gazte asanblada ha convocado «a la resistencia», ese día a partir de las 8.30, en el local autogestionado.

Además, el 4 de marzo, están llamados a declarar ante un juzgado de la villa 20 jóvenes por su participación en la ocupación de un inmueble, el número 5 de la calle Ribera, en la parte trasera del teatro Arriaga. La acción se realizó el 28 de diciembre y, desde entonces, quienes lo albergan se han encargado de adecentar un edificio que llevaba años abandonado.

«El Ayuntamiento ha vuelto a dejar claro que su única intención es acabar con todo el movimiento alternativo, en vez de impulsarlo o incluso ignorarlo, lo criminaliza». denunciaron desde BOM, respondiendo que «no van a consentir estas agresiones».