Olivier Besancenot (LCR), a la escucha de los «olvidados» de la ZUP de Baiona
El portavoz de la LCR acompañó ayer a los candidatos de Baiona y Angelu en una visita a la ZUP donde conversó con un grupo de habitantes del barrio que se dicen «abandonados» y denuncian las carencias que sufren en transportes, empleo o estructuras sociales.
Arantxa MANTEROLA |
Olivier Besancenot, portavoz de la LCR y ex-candidato a presidente, se trasladó ayer a Euskal Herria donde, entre otros, visitó la ZUP de Baiona y departió a pie de calle con un grupo de vecinos que se hizo más numeroso a medida que fue siendo reconocido. Acompañado por varios candidatos de las listas «100% à gauche», entre ellos Claude Larrieu, Martine Mailfert y Vanessa Royer, que vive en el barrio, Besancenot escuchó los problemas y carencias de los 8.000 habitantes de uno de los barrios más populares y, a decir de los allí reunidos, también «más abandonados» de la capital labortana.
Así, pudo comprobar in situ que «la imagen que se proyecta de Baiona no es tan dorada como parece», indicaron los militantes locales. La falta de transporte público a partir de las 20.00, de locales para los jóvenes, de educadores sociales, de guarderías y la escasez de estructuras sociales, deportivas o culturales fueron unas de las preocupaciones más reseñadas por los vecinos.
Mailfert aprovechó para denunciar las recientes declaraciones del alcalde Grenet que, refiriéndose a la propuesta de duplicar las plazas de guardería infantil realizada por los socialistas, «espetó que hay que saber lo que se dice porque eso costaría 2,3 millones de euros». La cabeza de lista por Baiona le «recordó» que la municipalidad adquirió por 2,5 millones de euros el golf de Basusarri y le reprochó priorizarlo a las necesidades de los baioneses.
La importante tasa de paro -«el propio Grenet reconocía hace poco que el 70% de la población activa tenía un empleo precario», apuntó Larrieu- y la discriminación que sufren a la hora de encontrar un empleo «incluso cuando se trata de trabajos de renovación del barrio», fueron también abordados.
«Escaparate de la costa»
Precisamente, el estado en el que se encuentran los edificios de viviendas de alquiler social (HLM) incitó a los que se acercaron a ofrecer detalles que «poco tienen que ver con el escaparate de la costa que venden», dijo uno de ellos. «Somos los olvidados, parece que ni existiéramos», añadió otra vecina invitando a Besancenot a verificar el penoso estado en el que se hallan las escaleras del edificio.
El cartero más popular del Estado no se mostró sorprendido: «en otras zonas costeras y turísticas como la Costa Azul, ocurre lo mismo». Reconociendo que no tiene la varita para cambiar de golpe el estado de cosas, manifestó sin embargo que «al contrario de lo que pretende Sarkozy que no ve más que `gamberrocracia' en estos barrios, hay gente que se preocupa y resiste al liberalismo».
En lo inmediato, propuso a los vecinos que «aprovechando las municipales y basándose en la exigencia de más solidaridad luchen para imponer las cosas más fundamentales como el transporte, el empleo o la renovación del barrio controlada por los propios habitantes».
Al anochecer participó en una reunión con vistas a la formación del nuevo partido anticapitalista que están impulsando.