Iberdrola, multinacional eléctrica vasca, logró en 2007 un beneficio neto de 2.353,7 millones, lo que representa un aumento del 41,8% respecto al ejercicio anterior. Más de la mitad del mejor resultado de su historia procede de la integración de Scottish Power, ya que en sólo ocho meses aportó 1.352 millones.

Con estos resultados, José Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, mantiene las espadas en alto para hacer frente al intento de la eléctrica EDF y de ACS de Florentino Pérez por el control de Iberdrola. Sánchez Galán mostró músculo con el buen ejercicio logrado y confió en la capacidad de la compañía que dirige para hacer frente a los planes de esa unión entre la eléctrica francesa y la constructora española. «La filosofía es diseñar un plan estratégico cada tres o cinco años y centrar todos sus esfuerzos en que se cumpla», precisó Sánchez Galán, quien añadió que no ve razones «para cambiar lo que se ha venido haciendo bien hasta ahora». Sin embargo, la eléctrica francesa se reafirmó ayer en sus planes por el control de Iberdrola.

«Ser bienvenidos»

Pierre Gadonneix, presidente de EDF, apostó por dar ese paso por el control de Iberdrola, aunque también reconoció que EDF no es la única empresa europea interesada en la compañía vasca. Gadonneix condicionó, sin embargo, su entrada al visto bueno del Gobierno español. Para ello, adelantó tres criterios necesarios para controlar Iberdrola: la existencia de sinergias, que la transacción incremente el valor de EDF y que «seamos bienvenidos», aseveró. Los dos primeros parecen claros, de hecho los planes conocidos entre ACS y EDF avanzan por esa senda. Sin embargo, el tercero es más difícil de lograr. El presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, respondió que la eventual entrada de EDF en la eléctrica «no cuenta con ningún apoyo» ni dentro ni fuera de la empresa, con la excepción de ACS, que ha reconocido contactos para una posible operación junto con la compañía francesa. «EDF no es bienvenida ni desde el punto de vista accionarial, ni político, ni sindical», precisó Sánchez Galán durante la presentación de los resultados.

Los números positivos históricos de Iberdrola, sin embargo, quedaron en un segundo plano, porque en la actualidad se mantiene un pulso mediático y otro por el control de los accionistas de referencia para hacerse con el control de la mayor parte de los votos para evitar que EDF y ACS logren los planes que han diseñado para «trocear» Iberdrola y dividir el negocio de la compañía vasca entre Unión Fenosa y EDF.

José Ignacio Sánchez Galán está ofreciendo una sensación de tranquilidad. De hecho, se ha conocido que el presidente de Iberdrola reclamó calma al consejo de administración. Se dice que manifestó que «todos tranquilos hasta que no aparezca alguien con 100.000 millones». Fuentes cercanas a la dirección de Iberdrola consultadas por este diario mostraron su temor, porque explican que «con una cantidad bastante inferior a ésa, EDF y ACS controlarían de punta a rabo a la compañía vasca».

Por otro lado, fuentes de BBK reconocieron que el apoyo de la caja vizcaina a los planes de Sánchez Galán es «absoluto». BBK no acepta que una empresa con la mayoría del capital público, como es EDF, pueda «comprar una empresa privada» y la caja vizcaina considera que en esta batalla por el control los actuales responsables de Iberdrola mantienen su disposición a contar con el domicilio fiscal en Bilbo, lo que genera una importante cantidad de recursos económicos para la Hacienda foral vizcaina y de apoyo al control y subcontratación de trabajos a empresas vizcainas.

Fuerte crecimiento

En esta pugna, Iberdrola presentó ayer los mejores resultados de su historia, gracias a que la operación con Scottish Power ha dado los resultados esperados, aunque la filial Iberdrola Renovables no cerró el año pasado con las expectativas previstas. Por el contrario, Sánchez Galán recordó ayer que todavía están a la espera de obtener las aprobaciones para el control de la estadounidense Energy East. En principio, según señaló Sánchez Galán ayer, la compañía ha logrado todos los permisos federales a esa operación de consolidación de Iberdrola en Estados Unidos. Sólo resta la posición de la comisión federal de Nueva York. La compra de Energy East está valorada en 6.400 millones y permitirá a la compañía vasca «mejora en los puntos de suministro y la mayor capacidad eléctrica».

Según comunicó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado bruto de explotación (EBITDA) del grupo creció el 42,4%, hasta alcanzar los 5.538,3 millones, mientras que el beneficio neto se situó en los 2.353,7 millones, un 41,8% más que en 2006, que logró un beneficio de 1.660,3 millones. Scottish Power, que consolida en las cuentas de la compañía desde el mes de abril de 2007, aportó el 24,4% del resultado bruto de la explotación, hasta los 1.351 millones y se ha convertido en el «motor del crecimiento» de la cuenta de resultados de Iberdrola. Las operaciones de la escocesa en Gran Bretaña supusieron 1.188 millones y, en Estados Unidos, de 163 millones.

Estas cifras no incluyen la aportación de los activos de renovables del grupo escocés durante el último trimestre de 2007, integrados ahora en Iberdrola Renovables, filial que cotiza en bolsa desde el pasado mes de diciembre.

La cifra de ventas del grupo Iberdrola alcanzó los 17.468 millones, lo que representa un incremento del 58,5%. La eléctrica generó el año pasado 123.460 gigavatios a la hora, un 34%, por el impacto de la adquisición de la compañía escocesa y la buena marcha de Latinoamérica. Sin embargo, la producción en el Estado español descendió el 2,6% y se situó en 65.893 gigavatios «debido al menor funcionamiento de las centrales nucleares». Según explicó la compañía vasca, a 31 de diciembre pasado, la deuda financiera neta del grupo suma los 20.470 millones, frente a los 13.119 millones con los que cerró 2006, lo que arroja un ratio de apalancamiento -relación entre deuda neta y fondos propios- del 42,4%.

A la vez que Iberdrola presentó los datos, EDF también lo hizo. El resultado, sin embargo, fue diferente, ya que se mantuvieron estables los beneficios durante 2007 y ganó 5.618 millones de euros, un 0,2% más que en el ejercicio anterior.

La cifra de negocios anual alcanzó los 59.637 millones de euros, un 1,2% más que en el año anterior, cuando ingresó 58.932 millones de euros. El endeudamiento del grupo francés, alcanza los 16.269 millones, lo que representa el 36%, por debajo de Iberdrola. Según los datos de la compañía francesa, se ha reducido el endeudamiento de un año a otro en dos puntos.

Algunos analistas consideran que EDF está tocando techo en cuanto al negocio eléctrico, por lo que no le queda otra salida que adquirir Iberdrola.