La candidatura de impositores a la asamblea de BBK impulsada por CCOO defendió ayer, como uno de sus objetivos, la necesidad de impulsar una caja «mucho más social y democrática» y condicionó su apoyo a una hipotética fusión de las cajas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa a que se diseñe un proyecto en el que no se pierda «músculo social» y que esté basado en una «profunda democratización» de los órganos de gobierno, porque, en la actualidad, la democracia «se detiene a las puertas del Consejo de Administración». «La caja debe dejar de ser el coto cerrado de un partido», indicó CCOO.

Sus propuestas fueron presentadas ayer en una rueda de prensa en la se dio a conocer a los integrantes de esta candidatura que concurrirá a las elecciones del próximo viernes 22 de febrero, en las que 860 compromisarios elegirán a 43 representantes de los impositores (clientes) en la Asamblea.

El responsable de cajas de ahorro en el sindicato, Patxi Ruiz, indicó que trabajarán para lograr que los clientes sean «considerados» y criticó el sistema de votación, que no anima a participar y es un «traje a la medida del PNV».