Chillida-Leku muestra los materiales utilizados por Chillida
El museo Chillida-Leku ha preparado una serie de tres exposiciones sobre los materiales que empleaba el artista para sus obras. La primera, «Materializaciones», se puede visitar hasta mayo. Le seguirá una muestra con obras realizadas con cada uno de los materiales que usaba.
GARA | DONOSTIA
La exposición «Materializaciones», que se podrá contemplar hasta el 26 de mayo en el museo Chillida-Leku de Hernani, propone un recorrido a través de todos los materiales empleados por el escultor Eduardo Chillida en su trabajo y explica la relación que el artista mantuvo con cada uno de ellos.
La muestra, instalada en la sala 4 del museo, es la primera de las tres exposiciones temporales que abordarán este año los materiales con los que Chillida elaboró su extensa obra desde diferentes perspectivas. Desde el papel hasta el hormigón, pasando, por orden cronológico, por el yeso, el hierro, la madera, la piedra, el alabastro, el granito y la tierra chamota, la exposición dedica un espacio a cada material y señala cómo llegó el artista a ellos y qué le atrajo de cada uno. Fotografías, paneles explicativos y muestras de los materiales completan esta exposición temporal.
La segunda exposición temporal, que sucederá a ésta, se compondrá de obras en cada uno de los materiales, mientras que la última tratará del «proceso mental» del artista en relación con cada uno de estos elementos. El director del Museo Chillida-Leku, Luis Chillida, indicó en la presentación de ayer, que las tres exposiciones en realidad constituyen una más amplia sobre los materiales del escultor, pero montarlas al mismo tiempo habría requerido ocupar otros espacios del museo, lo que no se ha creído conveniente.
Papel natural
Chillida explicó que su padre entendía que los materiales tenían que «expresarse en sí mismos» y que su labor consistía en buscar la manera de que lo hicieran. El papel natural, rugoso y poco pulido, es el primer material con el que Chillida se aproximó al arte, a través del dibujo, mientras que el yeso significó su iniciación en la escultura en los 40, aunque muchas obras se destruyeron en traslados.
La exposición repasa también su vinculación con la madera, material que trabajó durante una época para lograr «densidad» pero que después abandonó, así como con el alabastro, del que le atrajo su forma de recoger la luz y proyectarla, y también la tierra chamota, que significó una «llamada de los propios orígenes».
Asimismo, se pueden ver fotografías y explicaciones sobre las grandes obras de hormigón, un elemento sobre el que Eduardo Chillida afirmó que «ha sido utilizado y no ha sido amado», y sobre el que investigó hasta llegar al que empleó en grandes obras como «El elogio del horizonte» de Gijón.
El escultor Eduardo Chillida empezó a trabajar con el hierro, el ingrediente más conocido de su obra, en el año 1951, fecha en la que el artista se trasladó desde París a la localidad de Hernani. En Hernani fijó su residencia enfrente de una herrería, de la que le atraía, según aclaró en más de una ocasión, su «luz oscura».
«Tomé la decisión de volver a mi tierra. Allí me encuentro con un herrero que vivía enfrente de nuestra casa, que estaba trabajando. Estaba haciendo unas herraduras, en un ambiente oscuro, de luz negra, que es como yo me veo a mí como vasco y a los vascos, en un país de luz negra», dejó escrito el artista.
Ya en 1983, Chillida y su mujer, Pilar Belzunce, visitan por primera vez la finca de Zabalaga (Chillida-Leku) impactados desde el primer momento por la magnitud del caserío de 1543. En 1984 los Chillida-Belzunce compran una parte de la finca que incluía el caserío en ruinas. Se trataba de un lugar ideal para albergar los trabajos de Chillida durante el proceso último de oxidación del material. Una vez terminado este proceso, las obras salían desde aquí para ser exhibidas y vendidas por todo el mundo.
En la primera de las tres muestras temporales que el museo Chillida-Leku tiene previstas para este año se pueden ver fotografías, paneles explicativos y muestras de los materiales con los que trabajó el artista.
Chillida pasó por todo tipo de materiales. Empezó con el papel natural y de ahí pasó al hormigón, después empezó a experimentar con el yeso, el hierro, la madera, la piedra, el alabastro, el granito y la tierra chamota.