crónica | quinto aniversario del cierre de «egunkaria»
Llamada a renovar la reacción social en favor de "Egunkaria"
Los imputados están a la espera de los juicios, con «las alarmas rojas encendidas». Su representante Iñaki Uria animó a compañeros, familiares y amigos; a los procesados de Udalbiltza y Askatasuna; y también a los abogados. «¿Qué defensa se puede hacer sin delito?», se preguntó. «No vemos otra protección que construir un sistema judicial propio».
Maider IANTZI
«Sartu da ardi-larruz jantzitako otsoa / baimenik eskatu gaberik, jakina. / Atxilo darama uso lumaurdina, / mutu nahi bailuke haritz den mintzoa. / Itxi du. Bai hotza ziegen altzoa! / Zorrotz datoz hortzak, astuna burdina. / Sorgin-ehiza hasi da, eta zu, sorgina!, / bihotzeko maite kuttun fin zintzoa. / Ametsen hegoan zuregana helduz, / baina, ene eskuen beroa damaizut, / musuz josten dizut azal urratua, / ixten ditut zure zauriak ukenduz, / zurekin bat, zure minean sartua, / burua makur bai, baina gogoa zut». Joan Mari Irigoien recitó este poema en un abarrotado Parque Martin Ugalde. Lo escribió cuando cerraron «Euskaldunon Egunkaria», y lo recuperó ayer, en el quinto aniversario, considerando que el soneto no ha perdido ni un ápice de actualidad.
Todo el parque era una poesía formada por infinidad de ciudadanas y ciudadanos y agentes políticos, sociales y culturales. Reivindicando el lema «Munduan libre bizi ahal izateko, Egunkaria, libre munduan bizi ahal izateko», se podían ver muchas caras conocidas. Por citar algunas, allí estaban los políticos Xabier Arzalluz, Joseba Egibar, Josetxo Ibazeta, Unai Ziarreta, Antton Karrera, Mertxe Colina y Jon Abril; el secretario general de ELA, José Elorrieta, y el responsable de Comunicación de LAB, Txutxi Ariznabarreta; los bertsolaris Sebastian Lizaso y Andoni Egaña; el consejero delegado de EKHE, la empresa editora de GARA, Gorka Altuna; el músico y payaso Piter Ansorena; y el poeta Kirmen Uribe.
Nueve de los doce imputados en el caso sostenían la pancarta (el que fuera director de «Egunkaria» Martxelo Otamendi se encontraba en Barcelona, ya que allí también pidieron la suspensión del sumario; y Xabier Alegria está preso en la cárcel de Puerto de Santamaría). Todos ellos recibieron el calor y el cariño de la ciudadanía. La escaladora Josune Bereziartu, por ejemplo, felicitó a «Berria» porque nació nada más clausurarse «Euskaldunon egunkaria» y porque «hoy estamos todos aquí, 'Berria' y diría que toda Euskal Herria». La deportista de elite recordó cómo hace cinco años le llamaron pidiéndole por favor que hiciera unas declaraciones públicas. «Por favor no, vendré porque quiero», les respondió. Expresó que en esos momentos «muchos sentimos que una gran parte de nuestro corazón estaba detenido. Cerrar el único diario en euskara supone arrestar la identidad del pueblo». Bereziartu considera que la gente lo sintió muy adentro y con esos grandes sentimientos se realizaron movilizaciones multitudinarias. Terminó su intervención diciendo que «`Egunkaria' hoy también está aquí».
Koldo Tellitu, presidente de Euskal Herriko Ikastolen Konfederazioa, tomó la palabra para alertar de que todas las personas que trabajan en favor del euskara pueden estar en el punto de mira. «Hay que hacerle frente a eso -aseveró-. Recuerdo la respuesta que tuvo el cierre del diario y eso es lo que se debe hacer». El barakaldotarra trajo a la memoria los registros que sufrieron en las oficinas de la Federación de Ikastolas de Donostia, con la «excusa» de la de- tención de su responsable de Comunicación, Xabier Oleaga. Rebuscaron por todos los rincones y se llevaron cintas y ordenadores. «No sé si en la historia de las ikastolas ha habido destrucciones así, pero de haber sería en los años 60 o 70; es decir, en la época de Franco».
«Bost urte badira ez zutela lortu, herri honen hitza ez zutela isildu / egunkari bat zan, euskaraz dan-dana / agian haientzat tortura makala / hori baldin bada zuen delitua / barkatu baina denok terroristak gara», cantó Ines Osinaga, del grupo Gose. Andoni Egaña y Pello Zabala reivindicaron la misma idea en forma de habaneras: «Zakua uler dezake / bakoitzak bere gisara, / gure hau emana dugu / euskal nahiz herrigintzara. / Epaiketen ateetan / aurkitu gintezke jada, / izenak hamabi dira, / baina epaitu milaka, / gu ere sar baikintezke / akusatuen pilara. / Ozen esango dizugu / epailea, entzun, hara: / zaku hortan egotea delitua bada, / gu ere gaizkile gaituzu, / zaku berekoak gara».
En palabras del secretario general de Kontseilua, Xabier Mendiguren, la cuestión es saber qué hacer, pero «siempre podemos hacer más que quedarnos mirando cómo nos cae la roca a la cabeza». Indicó que los que trabajan por el euskara desean ver a este idioma al mismo nivel que las lenguas de los países avanzados. «Los que hacemos ese camino no enriquecemos sólo a nuestro pueblo, sino también a los otros», consi- deró, para asegurar a continuación que seguirán promoviendo el euskara y viviendo en euskara, porque «es el camino que hemos elegido».
Hizo hincapié en la importancia que tiene «revivir la capacidad de respuesta» de hace cinco años e indicó a los imputados que «no os dejaremos solos».
El Gobierno de Lakua hizo pública ayer una reflexión acerca de la clausura hace cinco años de «Egunkaria», el único diario que se publicaba en euskara. Rechazó una vez más lo sucedido y pidió que se cierre la causa, por ser una clara muestra de una actuación que «nunca debía haber tenido lugar en un pueblo democrático». «Utilizaron todos los poderes del Estado contra Euskadi, y el poder político, de forma no democrática, condicionó el poder judicial», denunció. Al parecer del Gobierno formado por PNV, EA y EB, el «cierre preventivo» se sustentó en el impulso político del PP. De hecho, se actuó «con prejuicios que estaban fuera de la Justicia», no sólo contra las personas, sino contra todo un periódico, «acusándole desde el principio de ser culpable». Al igual que Lakua, fueron muchas las organizaciones y personas que exigieron la suspensión de los juicios y el archivo de la causa. Una muestra fue la fotografía ante el Ayuntamiento de Bilbo, así como las concentraciones llevadas a cabo ante el Consulado español de Baiona y en la Plaza del Castillo de Iruñea. Diversas localidades también acogieron actos de ese tipo, también fuera de Euskal Herria, como fue el caso de Barcelona.