DENUNCIAS DE TORTURAS
El juez tiene en su poder fotografías que muestran las lesiones de Portu
GARA ha tenido acceso a las fotografías realizadas a Igor Portu ante el médico forense, minutos antes de su ingreso en la UCI del Hospital Donostia. Las imágenes muestran las lesiones que padeció tras su arresto el 6 de enero por la Guardia Civil. También ha podido escuchar la grabación de la toma de declaración al lesakarra, en el que narra las torturas -testimonio recogido en la edición del 12 de enero de este diario- a manos de agentes del instituto militar.
Gari MUJIKA | DONOSTIA
En vísperas de que ocho guardias civiles que participaron en el arresto, posterior traslado y custodia de Igor Portu comparezcan en el Juzgado de Donostia en calidad de imputados en el marco de la investigación por torturas al joven lesakarra, este rotativo ha tenido acceso a un reportaje fotográfico realizado por mandato judicial en el que se evidencian las consecuencias de los malos tratos a los que fue sometido a manos de la Guardia Civil, según denunció el propio Portu al magistrado.
GARA también ha obtenido la grabación de la toma de declaración a Igor Portu que realizó la Comisión Judicial del Juzgado de Donostia al día siguiente del ingreso del joven en la UCI del Hospital Donostia, el 7 de enero pasado. Una declaración en la que el joven de Lesaka relata al juez instructor y al representante fiscal cómo y dónde fueron arrestados, y cómo, inmediatamente después de ser introducido en un patrol del instituto militar español, fue objeto de constantes golpes.
Un testimonio que choca frontalmente con la versión oficial que facilitaron tanto la Guardia Civil como el ministro de Interior el día de su arresto en Arrasate, el 6 de enero. Precisamente, ocho guardias tendrán que acudir mañana al Juzgado de Donostia a partir de las 9.30 en calidad de imputados para declarar sobre estos hechos.
GARA muestra hoy algunas de las instantáneas que el juez instructor tiene en su poder y que evidencian las múltiples lesiones sufridas por el joven.
Se trata de fotografías que fueron realizadas tanto en el Servicio de Clínica Forense del Juzgado de Donostia -fue enviado allí de madrugada, minutos antes de las 4.00 del día 6, antes de ser hospitalizado- como en el centro hospitalario donde permaneció ingresado en la UCI con múltiples golpes, un pulmón perforado y neumotórax.
Las camisetas mojadas
Por lo que respecta a la grabación, se escucha cómo Igor Portu relata al juez instructor que, acto seguido de la detención y después de ser introducido en un patrol, fueron continuos los golpes y puñetazos que le pro-pinaron varios agentes del ins-tituto militar. Portu afirma que los golpes únicamente baja- ron de intensidad -en el cuello y en la cabeza- cuando salie- ron de Lesaka tras el registro domiciliario. De allí, según recuerda Portu, fue enviado directamente al médico forense.
Fueron dos las facultativas forenses que le atendieron en el Juzgado de Donostia. Y, tal y como se puede apreciar en la grabación, el propio juez le indica al lesakarra que «las dos médicos forenses dicen que usted llevaba una camiseta, pero que se la quitaron porque estaba mojado del río».
El instructor insiste sobre las camisetas que llevaba Portu el día de su detención. El joven relata al juez cómo la Guardia Civil se las quitó en el cuartel de Intxaurrondo y se las volvió a ofrecer momentos antes de ir al registro domiciliario de Lesaka. También se aprecian las preguntas del juez y las descripciones que ofrece Portu sobre el río al que fue conducido junto al otro detenido, el también lesakarra Mattin Sarasola. Relata haber sido objeto de varias sesiones metiéndole la cabeza en el agua con las manos esposadas a la espalda, «hasta que veían que no tenía respiración».
Junto a estas pruebas, el juez instructor también cuenta con el testimonio de Sarasola -realizado mientras los dos estaban incomunicados y absolutamente coincidente con el de Portu- y la declaración judicial de un vecino de Arrasate que presenció los arrestos ante la escuela Erguin. Un testimonio que echa por tierra la versión oficial.
Aiert Larrarte, Julen Arzuaga y Juan Carlos Ioldi acudieron ayer, a petición propia, a la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento de Gasteiz a poner sobre la mesa los datos del informe elaborado por Torturaren Aurkako Taldea (TAT) sobre los testimonios de torturas recogidos en 2007. Informaron de los 42 relatos de maltrato recabados entre los 71 ciudadanos vascos que estuvieron incomunicados a manos de Guardia Civil y Policía española. Relataron las dificultades para convertir esos testimonios en denuncia judicial, y prueba de ello explicaron que, de esos 42 relatos, hasta ahora sólo han podido elaborar 24 denuncias. Y como conclusión, pidieron a los grupos parlamentarios medidas efectivas para erradicar la tortura.
Esgrimieron también los argumentos de organismos internacionales que rechazan la incomunicación y los espacios de impunidad. Incluso hicieron entrega del vídeo en el que TAT recoge unos 60 testimonios de personas torturadas «que suponen un 1% de los torturados» en Euskal Herria.
Los grupos que integran el tripartito de Lakua (PNV, EA y EB), al igual que Aralar y Ezker Abertzalea, ratificaron la importancia de acabar con la incomunicación como medida imprescindible para acabar con la práctica de la tortura, y recordaron la iniciativa aprobada en Gasteiz y que ya ha iniciado su tramitación en el Congreso español para eliminar de la legislación la posibilidad de incomunicar a las personas detenidas.
Pero las intervenciones de Carlos Urquijo (PP) y Merche Agúndez (PSE) llevaron a los representantes de TAT a denunciar la existencia en la Cámara de «actitudes militantes para justificar la tortura» y anunciar que analizarán la posibilidad de emprender acciones judiciales por lo dicho por ambos portavoces.
Y es que ambas intervenciones resultaban especialmente duras de oír en una Comisión a la que se supone una especial receptividad ante denuncias como las presentadas ayer por los miembros de TAT.
Urquijo arremetió contra este organismo, del que dijo que son «un engranaje más en la estrategia de la banda para justificar los asesinatos contra los aparatos del Estado, para que luego sea más fácil la venta de esos atentados entre su base social».
Merche Agúndez, por su parte, directamente negó credibilidad a las denuncias de tortura, con frases como «a mí no me basta que se mencionen casos terribles de torturas; necesito y reclamo pruebas más contundentes». A la vez, aseguró que TAT «siempre denuncia ante los medios de comunicación y nunca ante los tribunales de Justicia», a pesar de que ella misma, siendo Ararteko en funciones, se hizo eco de algunas de las denuncias que en aquellos años presentó e hizo públicas el organismo contra la tortura.
Tras la comparecencia, los portavoces de TAT denunciaron el intento de «criminalizar nuestro trabajo y de poner en duda nuestra legitimidad», y a pesar de la buena voluntad expresada por la mayoría de los grupos, pusieron en duda la capacidad de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento de Gasteiz para garantizar los derechos de las personas detenidas.
