El debate sobre la filosofía del Athletic ha servido para rellenar páginas de periódicos la semana pasada pese a que la masa social rojiblanca lo tiene claro, como quedó demostrado en las elecciones. Todas las candidaturas apostaron por seguir siendo un club compuesto por jugadores nacidos o formados en Euskal Herria. Incluso, se descartó un fichaje como el de Kepa por «dudas» sobre si entraba en la filosofía.

Pero determinados medios siguen alimentando un debate con tintes sensacionalistas y morbosos que, además, no existe en la masa social. Y si alguien defiende la conveniencia de fichar extranjeros, lo mejor que puede hacer es presentarse a las elecciones para ver el respaldo con el que cuenta. Todo lo demás sobra.

Siguiendo con el club rojiblanco, la plantilla dio en Almería una lección a Caparrós sobre el estilo de juego que mejor se asemeja a sus cualidades. Los jugadores del Athletic demostraron que saben jugar a fútbol y que eso es lo que han aprendido en Lezama.

Futbolistas como Llorente, Susaeta, Yeste o Garmendia -que no jugó-, multiplican su rendimiento cuando el equipo va a por el partido y mueve la pelota con velocidad. Valverde, el entrenador que mejores resultados y fútbol ha realizado en los últimos años en el Athletic, lo tenía claro. Caparrós todavía está a tiempo.

También está de moda hablar del buen ambiente en el vestuario de la Real por haber sobrevivido a todos los problemas extradeportivos. Siempre me ha parecido digna de elogio la humildad y forma de ser de los jugadores donostiarras. Lejos de los estereotipos de los futbolistas, nunca se olvidan de los que no están pasando por su mejor momento. Los gestos de Diaz de Cerio con Delibasic y Garitano con Labaka tras marcar así lo demuestran. Un equipo por encima de todo.