David Robinson, quien pronunció una conferencia en el marco de las actividades complementarias de la exposición «Chaplin en imágenes», que se celebra en CaixaForum de Barcelona, opinó que el hecho de que el genial cómico utilizara el humor fue un hándicap para sus trabajos dramáticos, porque «la gente iba a ver sus películas para reírse». Recordó, sin embargo, que el humor no restaba «un ápice de seriedad» a su discurso, y puso como ejemplo el caso de «El gran dictador», feroz parodia de Hitler y el nazismo.

El biógrafo de Chaplin se mostró convencido de que, si el creador de «Charlot» viviese, «odiaría» a George Bush, «no le tendría ningún respeto» y no habría dudado en parodiarlo, como hizo con Hitler en «El gran dictador». En este sentido, recordó que Chaplin fue uno de los artistas afectados por la caza de brujas dirigida por el senador Joseph McCarthy en los años cincuenta y, como consecuencia de ella, pasó de ser adorado en los Estados Unidos a tener que abandonar el país.

Robinson destacó que, a pesar de que llegó a tener una gran formación, «Chaplin fue un completo autodidacta». Puso como ejemplo de su afán de conocimiento el hecho de que «siempre tuvo a mano un diccionario, porque le gustaba aprender al menos un par de palabras al día».

La huella de Hetty Kelly

El cómico conoció a lo largo de sus 88 años de vida a muchas personas de todo tipo, aunque sobre todo le gustó rodearse de mujeres jóvenes, con algunas de las cuales mantuvo sonados romances. Hasta que encontró a Oona O'Neill, su cuarta y última esposa, con la que convivió durante 34 años, Chaplin vivió al menos once aventuras marcadas por el fracaso y, en muchos casos, el escándalo. Según Robinson, la vida sentimental del artista estuvo marcada por el gran impacto que le causó Hetty Kelly, una bailarina de la que se enamoró profundamente. El cómico la conoció en un teatro de Londres cuando tenía dieciocho años, tres más que ella. La invitó a cenar, pero la madre de Kelly se interpuso y la bailarina acabó casándose con un noble y muriendo poco tiempo después. El biógrafo cree que Chaplin buscó toda su vida a alguien como Kelly porque, «si pones las fotos de todas las mujeres que estuvieron con él, puedes percibir que se parecen mucho a ella».

Robinson conoció personalmente a «Charlot» a raíz de una crítica que escribió sobre una película suya. Esas navidades recibió una felicitación de Charles y Oona diciendo que les había encantado. Cuando Chaplin fue nombrado sir en Inglaterra, fue el único periodista invitado a la fiesta privada que la familia ofreció en el hotel Savoy de Londres. «Aquello estuvo muy bien, porque, claro, todos le conocían, nadie estaba desesperado por hablar con él, así que me senté a su lado y conversamos mucho rato». La charla fue «entrañable». Lamentablemente, había empezado a ser «demasiado tarde», porque, si bien «su mente estaba intacta, ya tenía dificultades de comunicación».

«Chaplin en imágenes», una exposición coproducida por Fundación «La Caixa» y NBC Photographie de París, repasa a través de 300 piezas, muchas de ellas inéditas, las claves de la vida y la obra de uno de los grandes cómicos del siglo XX.