Arbour deja su cargo en la ONU sin concluir las reformas previstas
GARA |
Agotada tras cuatro años en el cargo, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la canadiense Louise Arbour, ha anunciado que dejará su puesto a finales de junio sin solicitar un nuevo mandato.
Desempeñó un papel clave en el diseño y puesta en marcha del Consejo de Derechos Humanos, en el que participan países que ahora pretenden controlar el trabajo y restar capacidad de iniciativa a la figura del alto comisionado.
Pero deja a medio camino su plan de extender la presencia de ese organismo en lugares donde es necesaria para reforzar la protección de los derechos fundamentales y no ha conseguido reformar los órganos encargados de vigilar que los estados cumplan los tratados que han ratificado.