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Uribe, Correa, Chávez y Ortega zanjan el conflicto tras una tensa cumbre

La tensión y el cruce acusaciones predominó en la XX cumbre del Grupo de Río en Santo Domingo. El presidente colombiano, Álvaro Uribe, reconoció que no informó a su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, de la operación militar porque hubiera supuesto su «fracaso». Éste pidió una condena a Colombia y expresó su profundo malestar por tales declaraciones. Al final, ambos, junto a Chávez y Ortega, se estrecharon la mano y dieron por zanjado el conflicto.

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La tensión y el duro cruce de palabras entre los presidentes de Colombia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua marcó la XX cumbre del Grupo de Río, celebrada en República Dominicana. Rafael Correa llegó a decir que sentía «vergüenza» por la actitud de Álvaro Uribe, mientras que Daniel Ortega se levantó de su silla, aunque no llegó a ausentarse.

La tensión no sólo se dejó sentir en los discursos, también en las formas y gestos. A su llegada a Santo Domingo, Uribe se negó a reunirse con Correa y Hugo Chávez, a propuesta del presidente dominicano, Leonel Fernández, con quien sí se entrevistó. Tampoco quiso posar con ellos ni con Ortega en la foto oficial de la cumbre, tal y como se lo pidieron otros mandatarios, y durante la reunión se sentó en una mesa diferente.

Al final del día, Uribe, con semblante serio, estrechó la mano a Correa -más serio aún-, Chávez y Ortega y los cuatro dieron por zanjado el conflicto.

Horas antes, cruzaron muy duras palabras. En su intervención, Uribe reconoció que no avisó a su homólogo ecuatoriano del operativo militar en curso porque, de hacerlo, «hubiera fracasado». «En Ecuador había un tenebroso grupo armado, no arcángeles. Ellos no se estaban preparando para la Semana Santa», manifestó. Destacó que la operación terrestre y aérea de la pasada semana fue «contra uno de los más tenebrosos terroristas de la historia de la humanidad», en alusión a Raúl Reyes.

«Se habla del ataque a la soberanía de Ecuador pero no de los ataques a Colombia desde allí», añadió. «Desde 2004, ha habido 40 ataques desde el territorio ecuatoriano», sostuvo. Uribe fue más allá en sus acusaciones al afirmar que la campaña electoral del presidente Correa recibió dinero de las FARC.

«Habla de farsa, pero su verdad no está completa», declaró dirigiéndose al presidente de Ecuador, Rafael Correa. Éste le contestó que sus manos están «limpias y sin sangre». «Qué difícil es creer algo a alguien que ha mentido tanto», exclamó a continuación. Subrayó, además, que «nadie discute el sufrimiento del pueblo colombiano, pero Ecuador es víctima también de ese conflicto».

«En nombre de los soldados y campesinos ecuatorianos, rechazo que haya una colaboración con las FARC. ¿Quién puede ser tan insensato de querer respaldar a las FARC?», insistió.

«Sentar un precedente»

Ante este grave conflicto diplomático, Correa volvió a reclamar una condena a Colombia y pidió al Grupo de Río que «corte de raíz los comportamientos belicistas». Resaltó que en esta cumbre se debe «sentar un precedente para nunca más permitir que un país se crea con el derecho divino de perseguir lo que ellos creen son terroristas por todos lados y que permite agredir a un país hermano».

Horas antes, en la escalada relámpago que hizo en Panamá para entrevistarse con su presidente, Martín Torrijos, alertó de que América Latina «tiene que parar a ese hombre -en alusión a su homólogo colombiano Álvaro Uribe-. Tiene que arrancar ese precedente de raíz, si no, nos podemos convertir en otra de las regiones destrozadas por esta clase de abuso en el mundo».

Insistió en que «Latinomérica no puede convertirse en otro Oriente Medio como lo desea el presidente Uribe, así es que esperamos una respuesta contundente de la comunidad internacional para parar a esta clase de gobiernos, que no entienden de derecho internacional».

Al igual que en días anteriores, advirtió de que la actuación de Colombia es «un problema regional. Si hoy fue bombardeado Ecuador, ¿qué impide que mañana sea Panamá?». «Colombia trató de negar los hechos, pero ante la evidencia tuvieron que reconocer que sí habían ultrajado la soberanía ecuatoriana, pero además de ello, trataron de vincularnos con las FARC tratando de echarle una cortina de humo a la atrocidad que habían cometido», manifestó.

«Cerrar la ventana al conflicto»

Por su parte, Chávez aseguró que todavía «estamos a tiempo de parar esta vorágine de la cual podríamos arrepentirnos». En esa línea, invitó a Uribe a «cerrar definitivamente la ventana abierta al conflicto, ya internacional». Para ello, le pidió que permita la creación de «un grupo de países»: «Usted aprobó que yo fuera al Caguán. Retomemos ese camino, vamos a buscarlo. Piénselo en su soledad».

Sobre las acusaciones de ayudar a la guerrilla, remarcó que «nunca lo he hecho ni lo haré».

«Lo que más preocupa es que Uribe ha pedido disculpas (por la incursión militar), pero está aquí reivindicando un principio de soberanía que inventaron ellos. Están reivindicando el derecho a combatir el terrorismo allá donde esté, esa es la doctrina de George W. Bush», criticó.

Por ello, le pidió que revise esa doctrina porque «nos puede llevar a una hecatombe y ahí está el gran interesado; EEUU».

No obstante, abogó por «retirar los señalamientos personales, fruto de la pasión porque somos caribeños». «De buena fé se lo digo», añadió. Como prueba de su buena disposición a lograr la entrega de las personas que siguen en manos de las FARC, recordó que «en pleno referéndum en Venezuela, me fui a Francia porque el presidente Nicolas Sarkozy no podía venir».

La presidenta argentina, Cristina Fernández, alertó de que si no se rechaza «la justicia por propia mano, estaremos perdiendo uno de los atributos fundamentales de la política exterior latinoamericana».

Dicen haber matado a otro líder de las FARC

Fuentes del Ejército colombiano afirmaron haber matado a un miembro del Secretariado de las FARC, al que identificaron como José Juvenal Velandia, alias Ivan Ríos. Al parecer, falleció en una operación militar contra la guerrilla desarrollada hace dos días entre los departamentos de Antioquía y Caldas, en el centro de Colombia. De confirmarse esta noticia, difundida por un desertor de las FARC y posteriormente confirmada por el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, se trataría del segundo miembro del Secretariado muerto en una semana, tras Raúl Reyes. Santos compareció para corroborar «al 100%» su fallecimiento.

Al igual Reyes, Ríos fue una figura clave en las negociaciones que mantuvieron con el Gobierno del ex presidente Carlos Andrés Pastrana en la selva del Caguán.

Las especulaciones y filtraciones sobre las circunstancias que rodearon este hecho. Si bien en un primer momento, fuentes militares dijeron que se produjo en el transcurso de un operativo del Ejército, Radio Caracol indicó que habría sido muerto por elementos de su propia seguridad. GARA

críticas a ortega

Los ex candidatos presidenciales de Nicaragua Eduardo Montealegre y Edmundo Jarquín criticaron por separado a Daniel Ortega por comper relaciones diplomáticas con Colombia, que ayer quedaron restablecidas.

pruebas de vida

Hugo Chávez mostró las pruebas de vida de seis personas, entre ellas, el hijo del profesor Gustavo Moncayo. Dijo que las había recibido el jueves. Asimismo, invitó a entrar en la sala a la senadora Piedad Córdoba y la madre de Ingrid Betancourt.

paraguachón

En un incidente confuso difundido por medios colombianos, un vehículo de la DISIP venezolana habría traspasado la frontera con Colombia en el distrito conocido como Paraguachón.

Duras críticas del Comité de Solidaridad de Betancourt por la operación contra Reyes

El Comité de Solaridad con Ingrid Betancourt de París (CSIB manifestó ayer su indignación por la postura del presidente Álvaro Uribe con respecto al canje humanitario. «Ordenó esta operación -por la del sábado pasado- deliberadamente, sin tener en cuenta la urgencia que supone el estado de salud alarmante de Ingrid y de otros rehenes», denunció. «Él sabía que al dar la orden de atacar, nuestras posibilidades de liberación rápida estaban aniquiladas por un tiempo. Y lo hizo. Las familias de los rehenes pueden seguir esperando», lamentó.

Las FARC reconocieron que con el fallecimiento de Reyes, miembro del Secretariado, figura clave en las negociaciones con el ex presidente Carlos Andrés Pastrana y portavoz internacional de la guerrilla, «golpearon de gravedad las posibilidades del intercambio humanitario y anularon la salida política». Aseguraron que «cayó en cumpliendo la misión de concretar a través del presidente Hugo Chávez una entrevista con el mandatario francés, Nicolas Sarkozy», cuyo Gobierno admitió los contactos. Su ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, consideró «una mala noticia» la muerte «del hombre con el que estábamos hablando».

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, desveló que las conversaciones para entregar a doce personas -entre ellas, Betancourt- estaban «bastante avanzadas, pero todo fue frustrado por las manos guerreristas y autoritarias». Incidió en que todo contacto con las FARC fue «estrictamente por motivos humanitarios, junto a países como Francia. ¿Se le ocurriría acusar al presidente Sarkozy de apoyar a las FARC?».

Ayer, se rumoreó con la posibilidad de Betancourt fuera liberada en días próximos, hecho desmentido durante la cumbre de Santo Domingo.

En la misma, Chávez anunció que el jueves recibió las pruebas de vida de seis personas, entre las que figura el ecuatoriano Carlos Moncayo.

Asimismo, invitó a entrar a la sala a la senadora Piedad Córdoba y a la madre de Ingrid Betancourt, a quienes, según señaló ésta, «la guardia de seguridad no les permitía la entrada pese a que Córdoba es senadora», y que, junto a Chávez, ha jugado un papel central en las entregas de los últimos rehenes. GARA

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