La vigesimoquinta edición de la Bienal de la Máquina-Herramienta en el Bilbao Exhibition Centre (BEC) de Barakaldo ha dejado despejado el camino del sector, que es prioritario en Euskal Herria, sobre todo en Gipuzkoa, para los cuatro próximos años a nivel general. Se han cerrado operaciones importantes, otras muchas empresas han confirmado sus pedidos y, sobre todo, se ha demostrado la alta actividad en torno a los seis pabellones de Ansio debido a las importantes novedades que se han expuesto, tanto en el terreno tecnológico como en el de la innovación, lo que le aleja de una posible competencia china directa, como ya está ocurriendo en otros sectores. China e India son, en este caso, aliados a la hora de desembarcar productos vascos en esos amplios mercados económicos y productivos. Los clientes han podido ver in situ las mejoras en la maquinaria expuesta, ya que la feria ha sido un banco de pruebas para los más de 55.000 visitantes que se han dado cita en esta edición.

Si el lunes, cuando se inauguró la Bienal, se dijo que iba a ser el termómetro de la actividad industrial vasca, se puede concluir, con algunos matices, que existe un buen posicionamiento y que el BEC es uno de los cuatro epicentros más importantes del sector de máquina-herramienta a nivel internacional. Todos los representantes de las compañías con los que GARA contactó, advirtieron que la desaceleración no llegará al sector y, en todo caso, recordaron que el mundo económico ya pivota sobre tres ejes importantes: Estados Unidos, Europa y China-India-Japón, por lo que si se resiente el primer pilar, quedan los otros dos, sobre todo, el eje asiático que es el más activo en este momento a nivel mundial.

Existen, sin embargo, dos sombras fundamentales entre los 1.761 fabricantes y distribuidores que se citaron en la vigesimoquinta edición, de los que 302 fueron compañías vascas. La primera tiene que ver con la elevada apreciación del euro sobre el dólar, lo que dificulta las operaciones a nivel exterior para las compañías. Es un problema que están detectando, sobre todo, las empresas vascas que exportan el 60% de su producción. Además, en el caso de las compañías de Euskal Herria, la otra dificultad se encuentra en la excesiva atomización del sector que impide mantener un ritmo de crecimiento sostenible en el tiempo. De ahí, que las diferentes apelaciones en este encuentro hayan avanzado en ese terreno para unir fuerzas para lograr un resultado, sobre todo, de cara a prepararse para el medio plazo.

Doce empresas en las 25 ediciones

En estos veinticinco años de historia, la Bienal ha conocido a doce empresas que no han fallado. Son BLM, Construcciones Mecánicas Mupem, Constructora de útiles y herramientas Crucelegui Hermanos, Echezaharra Emix, Etxe-Tar, Danobat Sociedad Cooperativa, Fat, Juaristi, Kondia, Ona Electroerosión y Saim Metal. Desde aquel 1961, cuando la feria Internacional de Bilbo, realizó la apuesta de organizar un certamen pionero de carácter monográfico dedicado al sector «ha llovido mucho», como reconoció José Miguel Corres, consejero delegado del BEC, pero permitió que en 1982 llegase la internacionalización a ese evento, con la presencia de 420 firmas extranjeras. En la actualidad se ha triplicado la presencia de otros países de fuera de Euskal Herria y, además, la Bienal de la Máquina Herramienta se ha convertido en «una apuesta comercial segura» y un «encuentro estratégico del ámbito europeo», en el que las firmas italianas, alemanas y suizas, líderes del sector, mantienen una presencia consolidada «en este escaparate tecnológico avanzado, del que también forman parte las empresas estadounidenses y japonesas», precisó Corres.

A partir del martes por la tarde, los pasillos de los seis pabellones de la feria estuvieron a rebosar. Ese hecho encantó a los expositores, porque «es síntoma de actividad», reconocieron varios de ellos. Francisco Liesao, gerente de Siasa, declaró a GARA, que «va bien para nosotros. Presentamos un centro de mecanizado de gamas industriales de alta producción para la industria del automóvil y la auxiliar y, también, una máquina especial de pequeña serie de mecanizado completo». Sobre el presente del sector, Liesao reconoció que «está bastante estable. No está sobrecalentado. La máquina herramienta es el último sector que se entera cuando entra la crisis y también es el último que se entera cuando vuelven a ir bien las cosas. La verdad, no nos vamos a engañar, nos queda pulmón». En todo caso, el gerente de Siasa recordó que «la crisis normal vendrá, si se cumple la estadística, en el año 2012, por lo que nos quedan unos cuantos años de actividad y para prepararnos».

Restó importancia a la competencia de los fabricantes de China e India, porque «nuestros sector hace una máquina muy especial y específica, necesita de mucha ingeniería, de diseño y de comunicación. En ese terreno no tenemos competencia», sentenció.

Soraluze: «Estamos a tope»

Iñigo Kortabarria, representante de la empresa Soraluze, del grupo Danobat, reconoció que «nos ha ido mejor de lo previsto, tanto con nuevos proyectos como con los clientes que ya tenemos. Hay mucha demanda. Estamos a tope», precisó.

Para esta empresa guipuzcoana de 200 trabajadores, no hay ralentización económica. «El año pasado logramos un año récord en producción y pedidos y en el actual 2008, aunque se prevé una leve reducción, será un buen año». Según los datos que aportó, cerraron 2007 con una producción de 90 millones de euros, «casi un 30% más que un año antes». Kortabarria adelantó que «estamos cerrando ya pedidos para el año 2009 y los siguientes. Este año será muy bueno». El año pasado vendieron 150 máquinas y «esperamos vender otras 170 este año».

Para él, «la competencia es muy fuerte, pero el valor de Soraluze se encuentra en que ha apostado por la tecnología y la calidad, lo que da fiabilidad a las máquinas. Un hecho claro es que el 70% de los clientes que tienen una máquina nuestra, repiten». Iñigo Kortabarria explicó que en la feria, entre otras novedades, han expuesto una máquina con montante móvil con una pieza para el sector eólico «porque está tirando mucho y nos hemos especializado».

También optimista se mostró Iván Escribano, del grupo Orni, de Bergara, con una plantilla de entre 50 y 60 trabajadores. «En la feria hemos incrementado los contactos respecto a hace dos años y estamos trabajando con miras a 2009, porque en 2008 tenemos ya todo cubierto. Tan sólo nos quedan un par de huecos por cubrir en noviembre y en diciembre», según explicó. Una de las apuestas de esta empresa se encuentra en «un concepto revolucionario de rebabado de piezas». Según explicó a este diario, «se trata de una máquina de cinemática paralela, lo que hace es rebabar bloques de motor. Es un concepto que se utiliza en el sector aeroespacial, pero somos pioneros en Europa en cuanto a la integración en este tipo de herramientas». El año pasado facturaron 7 millones de euros. «No es un producto estándar. Ahí se encuentra el valor, se hace a medida del cliente». Al año fabrican entre 40 y 50 líneas y el 90% de esa producción se corresponde con células automáticas de rebabado». Tienen líneas de producción en Victorio Luzuriaga, de Tafalla, y en estos momentos han abierto una línea con el mercado Chino, porque han vendido «una línea para rebabar el cárter de escape de Airbus A380 debido a la transferencia de tecnología que se ha producido. Tenemos trabajando en el Grupo Safrán, dos células robotizadas que están rebabando las piezas. Nos interesa el sector aeroespacial y, sobre todo, el de automoción de alta gama y el de fundición».

Orni es en la actualidad una empresa puntera en tecnología y, según explicó Ivan Escribano, está «pelando de tú a tú con los gigantes del sector». Por ese motivo, «vemos muy buenas perspectivas de desarrollo de nuestra actividad, al no existir producto estándar en lo que estamos haciendo».

Ona: «Máquinas de hilo»

José María Eguiluz, director comercial de Ona Electroerosión, de Durango, explicó que «tenemos muy buenas perspectivas y, desde luego, en esta feria hemos tenido días intensos en operaciones comerciales». En este caso, esta empresa reconoce que «hemos presentado una nueva generación de máquinas de hilo más pequeñas donde se ha mejorado la parte de la cinemática del hilo integrándola en todo el cabezal de la máquina con una solución técnica de precisión». En 2007 facturaron 20 millones y emplea a 145 trabajadores. «En estas ferias es cierto que no se cierran grandes acuerdos, sino que se produce un contacto con el cliente y, en muchos casos, viene a ver el producto en directo a la feria, y es donde les damos el último empujoncito para que acceda a la adquisición de la máquina».

Este responsable de Ona Electroerosión reconoce que «ya hemos pasado el bache en este subsector, que atiende al sector de matricería y moldeo. Hubo mucha deslocalización y los sectores entraron en crisis y, por simpatía, los proveedores sufrimos. Esta situación ha tocado fondo y se ha estabilizado». Eguiluz sí que ve una competencia en Taiwán, Japón y Suiza, porque «en esos países están lo grandes grupos y están montando grandes plantas en China para reducir costes». Sin embargo, a corto plazo, el director comercial de Ona Electroerosión reconoce que «el mayor hándicap que tenemos es por la fortaleza del euro, porque en la actualidad somos el único fabricante de la Unión Europea, los demás están en Suiza o Japón. Ellos tienen esa ventaja de no sufrir ese euro que tenemos y que nos está dando tantos dolores de cabeza en nuestras operaciones».

Mikel Almandoz, de la empresa Etxetar, de 150 empleados, reconoció que la Bienal representa un escaparate para realizar negocios importantes. En el BEC ha presentado grandes centros de mercados para aerogeneradores de energía eólica, entre otros productos. «El año está yendo bien. Nosotros estamos cerrando acuerdos para el próximo, porque éste ya lo tenemos resuelto con los pedidos». Etxetar tiene presencia en China e India y, con sus más de medio siglo a cuestas, cree que un objetivo fundamental para su crecimiento se encuentra en Rusia.

José Antonio Aranbarri, responsable de Juaristi, explicó que «la feria la vemos muy positiva. Nos ha llegado bastante actividad del mercado nacional. No esperamos que nos venga mucha gente de fuera, porque ahora mismo ya estamos en otras ferias en Alemania y Holanda».

Juaristi: «nos va bien en China e India»

Igual que el resto, Juaristi cerró acuerdos de negocio para 2009. «Tenemos garantizada carga de trabajo hasta agosto del próximo año. El plazo de entrega es demasiado largo y es algo que los compradores no quieren asumir, pero es la realidad que hay. Hay mucha actividad en el sector. Muchos pedidos, sin duda». Aranbarri señaló que «la ralentización económica no se nota, porque esta llega de la mano de Estados Unidos. Al estar el euro un 53% más caro que el dólar, es inviable pretender vender allí, pero en Europa se está viendo que Alemania está tirando fortísimamente, lo mismo que India y China, donde estamos muy bien implantados». El responsable de Juaristi afirmó que desde los años noventa entablaron contactos con China e India y «nos va de maravilla creciendo». Así, en esa empresa de Azkoitia trabajan 120 personas y factura 30 millones. «Estamos muy contentos y hemos tenido una subida de la producción muy importante». En el BEC presentaron una máquina a medida, «que cuenta con un centro de fresado muy fuerte totalmente automatizada».

Javier Plaza, gerente de la catalana DMG, reconoció que la feria «nos ha ido muy bien». No estuvieron en la anterior edición, sí en la precedente, por lo que expresó que «comparando visitas, ofertas y acuerdos entre ésta y la de hace cuatro años nuestra empresa ha mejorado un 33%».

Cuentan con 31 personas de plantilla y facturaron 20 millones en 2007. «Esperamos elevar la facturación en dos millones más en 2008», señaló Plaza.