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Campeonatos del Mundo en pista cubierta

Descalificados, despistes y lesiones alteran varios podios

Las vallas gafes privan a la competición de dos de los mas esperados, Dayron Robles y Susanna Kallur

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Miren SÁENZ | DONOSTIA

La segunda jornada del Mundial indoor fue movida y no sólo en la pista. Ayer el trabajo se repartió por despachos, camillas y por la consulta del sicólogo. La final del 1500 la ganó Deresse Mekonnen, pero después fue descalificado, así que tras no prosperar la reclamación de Etiopía el oro fue a parar al keniata Daniel Kipchirchir Komen, segundo, la plata se la llevó el español Juan Carlos Higuero, que llegó en tercer lugar, y el bronce lo repescó su compatriota Casado, inicialmente cuarto tras una carrera con abundante leña. A Mekonnen y al neozelandés Nicholas Willis se les aplicó el artículo 163.3 del reglamento de la IAAF por salirse de la pista.

Las malas noticias se acumularon en las vallas. Por la mañana se produjo el despiste monumental de Dayron Robles y por la tarde Susana Kallur se lesionó en la zona de calentamiento cuando se preparaba para competir en semifinales.

Robles, la referencia invernal de los 60 vallas, llegó a Valencia para escuchar los piropos de sus rivales, incluidos los de Liu Xiang, el campeón olímpico, mundial y el recordman que ayer se coronó en 60 que le apuntaron como el gran favorito. Fue precisamente la apresurada salida del chino en la primera ronda (105 milésimas) la que despistó al cubano, clavado en los tacos pensando que se trataba de una nula. No es la primera vez que le pasa, pero sí cuando aspiraba al oro.

Así que para cuando arrancó era demasiado tarde. Llegó el último, abatido, sin querer hablar con nadie. Ni siquiera con Liu Xiang que se apresuró a consolarle. No había ánimos para su inmensa decepción. Se esperaba una final a récord del mundo. Había razones. Hace un mes en la reunión alemana de Dusseldorf, Robles se había quedado a tres centésimas de la plusmarca de Colin Jackson, once años vigente. El subcampeón mundial en Moscú'06 se fue hundido y horas después Liu Xiang se colgaba el oro en sala. Su técnica y su exquisita calidad obró el milagro de premiarle por una temporada invernal consistente en las tres carreras de ayer.

En la prueba femenina la baja de la sueca Susana Kallur, reciente plusmarquista mundial, dejó la final muy abierta para beneficio de LoLo Jones.

Meseret Defar se apuntó su tercer título mundial en 3.000 metros, emulando a la rumana Gabriela Szabo. La plusmarquista mundial gobierna la especialidad con puño de hierro y Etiopía sigue reinando en el fondo con el doblete de Meselech Melkamu. La marroquí del Santutxu, Mariem Alaoui, atrapó un bronce y animó la carrera.

Los concursos estuvieron menos accidentados aunque las alusiones al vallista cubano se dejaron oir. «Me sentí muy mal por Dayron, pero pensé que ya que él no iba a poder, tenía que ser yo la que sacara la medalla para Cuba», aseguró Yargelis Savigne, tras ganar el triple salto a base de dar el callo.

Stefan Holm igualó los cuatro oros en mundiales indoor de Javier Sotomayor y el cubano, la referencia en altura donde conserva todos los récords, le felicitó. El sueco, campeón olímpico y saltador prodigioso, recuperó el trono a costa de Rybakov.

Naroa Agirre se despidió del Mundial menos satisfecha que la víspera. Terminó la última en la final de pértiga reconociendo que «esperaba rematar la faena y me quedo con la pena de no haber saltado 4,50. Me ha faltado ir con más decisión», dijo la donostiarra que firmó dos nulos en 4,30 metros y pasó 4,40 a la primera. Tampoco Isinbayeva tuvo su día, pese a que adquirió su tercer oro con sólo dos saltos y se atascó en 4'85.

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