«El problema del pueblo serbio es que vive aún en la Edad Media»
Vehbi Bajrami estuvo en Kosovo Poljie en 1989 cuando Milosevic inflamó a los serbios en su ya célebre discurso. Un año después emigró a EEUU, donde escribió una historia de la emigración albanesa en aquel país. Desde 2006 es el editor de Illyria, el único periódico albano-americano de EEUU.
Jordi CARRERAS |
En la Octava Avenida de Nueva York, en un edificio de oficinas que alberga también el Hotel New Yorker, se encuentra la pequeña redacción del «Illyria». Fundado en 1991 con el objetivo de ayudar a crear un clima favorable en EEUU a la independencia de Kosovo, este periódico sale dos veces por semana, con una tirada de 10.000 ejemplares que se distribuyen entre el medio millón de albaneses que vive en EEUU. Entre los miembros de honor de «Illyria» figuran el escritor Ismail Kadare, probablemente el intelectual más relevante de las letras albanesas, y Wesley K. Clark, el general que comandó a la OTAN en los bombardeos contra Serbia en 1999. Desde «Illyria» se ha contribuido a mover los hilos entre bambalinas, imprescindibles en cualquier proceso de emancipación nacional.
¿Qué recuerda del discurso de Milosevic?
Allí empezó todo. Milosevic juró defender Kosovo hasta las últimas consecuencias e hizo de ello su causa. Amenazó a los albaneses desde la tribuna y, después, miles de serbios bloquearon la ciudad, asediando a la población albanesa. Milosevic construyó su carrera sobre Kosovo, lo utilizó como herramienta para llegar al poder y manipular a la gente.
¿Cómo prevé la relación con Serbia?
No aceptan la independencia de ninguna manera, pero creo que es cuestión de tiempo. Somos vecinos. Yo soy de Presevo, mi familia es albanesa en un pueblo de Serbia, enclavado en un valle fronterizo. Serbia se ha beneficiado de los albano-kosovares y éstos de los serbios. Siempre nos hemos necesitado e incluso ahora hay tratos comerciales entre serbios y albaneses. Creo que, en uno o dos años, Serbia aceptará la nueva realidad. Incluso Rusia.
Entonces, ¿cree que podrá haber una relación amistosa a medio plazo?
Claro, pero Serbia tiene que cambiar de mentalidad, moderar su nacionalismo loco, extremo. Deben darse cuenta de que viven en el pasado, casi en la Edad Media. Este es el problema del pueblo serbio, que vive anclado en la batalla de Kosovo. Conmemoran una derrota, que yo sepa debe ser el único pueblo que lo hace. No es cosa sólo del Gobierno, es el pueblo el que tiene que recapacitar, que ver claro cuál es la realidad del mundo actual. No pueden estar por más tiempo en 1389. Kosovo fue anexionado a Serbia en 1913 pero ya no va a pertenecer nunca más a Serbia. Confío en que pronto se darán cuenta de que no merece la pena continuar luchando por ello.
¿Cómo valora el apoyo incondicional de Rusia a Serbia?
Rusia ha tenido elecciones y ha utilizado a Kosovo. Quiere demostrar a su pueblo que están fuertes como país y décirle `plantamos cara a EEUU; no vamos a permitir esto'. Pero ellos mismos saben que no es más que propaganda, no tienen posibilidades reales de hacer nada. Fíjese que condenaron el incendio a la embajada de los EEUU. En 1999 también condenaron los bombardeos de la OTAN, pero después colaboraron con la fuerza multinacional. Entonces Yeltsin también decía que ellos eran fuertes y que la OTAN no tenía derecho a atacar a los serbios. No temo que apoyen ninguna aventura.
Putin, Kostunica y otros han dicho más de una vez que Kosovo sienta precedente en casos como el vasco, el catalán o el corso. Madrid no esconde su nerviosismo, negándose a recono- cer a Kosovo.
Kosovo es un caso único, diferente de otros escenarios. El serbio y el albanés son pueblos con mentalidades, religiones, culturas diferentes. Han convivido pero también siempre han luchado entre ellos. Por eso, el mundo, en general, y EEUU especialmente han dicho `¿Saben qué? Tal cómo están las cosas, nos parece bien que se separen' ¿Que Madrid no reconoce la independencia? Bien. Sé que tiene conflictos internos pero si he de ser honesto, no sé mucho más...
Ha habido rebrotes de violencia por la parte serbia. ¿Teme que vaya a más?
Ahora son otros tiempos, hay un Estado reconocido y no creo que se atrevan a atacar. Esperábamos que podría haber golpes de efecto, manifestaciones violentas en las zonas limítrofes, y aún prevemos que pueda haber alguna más. Han quemado vehículos de la ONU en Mitrovica y han destrozado un par de puestos fronterizos. Irónicamente, mientras queman sus vehículos y delegaciones, reclaman a la ONU que haga cumplir la resolución que afirma que Kosovo forma parte de Yugoslavia cuando ésta ya ni tan siquiera existe.
La minoría serbia y los monasterios ortodoxos como Gracanica o Pec, considerados lugares sagrados por los serbios, ¿cómo quedarán en el nuevo Estado?
Los serbios que viven allí están profundamente intoxicados por el Gobierno de Belgrado. Ahora no reconocen a las nuevas autoridades, pero si mañana Belgrado aceptara el nuevo Estado, ellos tampoco tendrían problema en hacerlo. Los partidos políticos serbios utilizan a los serbios de Kosovo para sus intereses, como hacen en la República Srpska con los serbios de Bosnia. La nueva bandera tiene seis estrellas, tantas como grupos étnicos hay en Kosovo, y todos, incluso los que no tienen un Estado detrás, van a ser respetados.
En un futuro, ¿cree posible que Kosovo se pueda fundir en un estado con Albania?
Nuestro objetivo es que Kosovo y Albania se fundan con la UE y con la OTAN, entonces ya tendremos también nuestra unión. Ese es el objetivo. Cinco años, tal vez diez, pero el compromiso es Kosovo independiente, no unido con Albania.
¿Piensa que les va a ser fácil construir un Estado?
La verdad, creo que más que en otros casos. Tenemos a nuestro lado a EEUU y los estados más importantes de la UE. Especialmente a EEUU, que lidera de verdad; mire en 1999 cuando los bombardeos. Europa siempre es más lenta en tomar decisiones y no siempre está unida. Lo bonito de Kosovo es que vamos a construir una sociedad de mayoría musulmana pero moderada, distinta de lo que hay en otras partes del mundo, secular y respetuosa con todas las comunidades.
«Creo que nos resultará más fácil construir un Estado que en otros casos. Tenemos a nuestro lado a EEUU, que es el que manda, y a los estados más importantes de la Unión Europea»