Eduardo Vasco dirige en el Arriaga «El pintor de su deshonra», de Calderón de la Barca
La Compañía Nacional española de Teatro Clásico presenta en Bilbo «El pintor de su deshonra», de Calderón de la Barca. Escrita hace cuatro siglos, trata cuestiones de actualidad, como el de la violencia de género.
Izaskun LABEAGA | BILBO
Eduardo Vasco dirige la adaptación escrita por Rafael Pérez Sierra de ``El pintor de su deshonra'', montaje que se estrenó en Sevilla en febrero y que inicia su gira en Bilbo.
``El pintor de su deshonra'' es una de esas piezas que han caído en el olvido y que la Compañía Nacional española de Teatro Clásico se ha propuesto recuperar para el público. Precisamente, su primer montaje fue otro drama de Calderón de la Barca, ``El médico de su honra'', ambas obras fundamentales del género, según Rafael Pérez Sierra. El autor de la versión que se representa hasta el sábado en el Teatro Arriaga apunta que esta obra está lejos en el tiempo pero cerca en cuanto a contenidos, ya que ofrece una reflexión sobre la violencia contra las mujeres.
Cuenta la historia de Serafina, «una mujer del siglo XVII pero que podría ser una mujer de cualquer época», en palabras de la actriz que le da vida, Nuria Mencía. La intérprete la define como una persona «llena de sentimientos, ternura y amor contenidos». Serafina acepta casarse con su primo, Juan Roca (Arturo Querejeta), y quiere convencerse de que va a amarlo, ya que piensa que Álvaro (Daniel Albaladejo), el hombre del que realmente está enamorada, ha fallecido. Cuando éste aparece decide imponer el honor al amor verdadero, condicionada por la fuerte presión social.
El arte y las leyes del honor
El actor Arturo Querejeta encarna a don Juan Roca, «un artista obsesionado con su arte, por cómo pintar la belleza y cómo la vida le va llevando hacia un destino fatal». El pintor se comporta como una víctima y pasa a convertirse en verdugo. «Es el ejemplo de un artista, de un hombre que va a convertirse en monstruo», bajo esa misma presión social.
En palabras de Eduardo Vasco, se trata de «una historia sencilla y bizantina» al tiempo que polémica, ya que «justifica el asesinato» de la dama, sospechosa de haber sido infiel, y el supuesto amante para vengar el honor del esposo.
En la presentación del montaje a los medios de comunicación, el director se refirió a los dos ejes en torno a los que gira esta tragedia de Calderón de la Barca: por un lado, plantea una reflexión «casi filosófica» alrededor de las leyes del honor, «sobre lo inhumanas que son esas normas». No le cabe duda de que el autor no las compartía, a diferencia de otras voces que siempre han entendido esta obra como una justificación de esas rígidas costumbres.
El otro gran tema es el del arte, el de la capacidad o incapacidad de retratar la realidad, de capturar la belleza.
Uno de los aspectos más cuidados de esta producción es el de la música. Se encarga del sonido en directo el trío formado por Alba Fresno, Agatha René Bosch (violas de gamba) y María Mercedes Torres (clave).
Sobre el escenario, un amplio reparto -nada menos que catorce actores-, que encabezan Arturo Querejera, Nuria Mencía y Daniel Albaladejo.
Obra: «El pintor de su deshonra».
Autor: Calderón de la Barca.
Versión: Rafael Pérez Sierra.
Dirección: Eduardo Vasco.
Reparto: Arturo Querejeta, Daniel Albaladejo, Nuria Mencía, Francisco Merino, Eva Trancón, José Ramón Iglesias, Didiar Otaola...
Dirección musical: Alba Fresno.
Iluminación: Miguel Angel Camacho.
Vestuario: Pedro Moreno.
Escenografía: Carolina González.
Lugar: Teatro Arriaga.
Fecha: Del 12 al 15 de marzo.