Tras las elecciones del 9-M
Los independentistas ven un triunfo del plante y la demanda de cambio
Ramón SOLA | IRUÑEA
«La sociedad vasca no tiene que estar mirando ni a Madrid ni a París, y quienes han estado haciéndolo han tenido unos pésimos resultados». Esta es una de las conclusiones de las elecciones del domingo para los electos independentistas, según resumieron ayer en Iruñea Mari- né Pueyo y Santi Kiroga. A la vista del escrutinio, saludaron que estos comicios estatales han supuesto una victoria del plante ante los estados, de la necesidad de «actuar como pueblo» y aparcar intereses partidistas y, en última instancia, también de la demanda de un cambio político real.
Pueyo -concejal en Iruñea- y Kiroga -en Uharte- remarcaron el descenso de voto experimentado por las formaciones que «han mirado a Madrid y París» -entre las que citaron a «PNV, PNB, EA, Aralar y Nafarroa Bai»- y lo contrastaron con el aumento de la abstención y del voto a Euskal Herria Bai.
En función de todo ello, manifestaron que el dictamen popular es evidente: «Nos están diciendo que nos dejemos de in- tereses partidistas y que seamos capaces de plantarnos como pueblo», en la línea de la apuesta hecha por la izquierda abertzale el 9-M.
«Jugar a pequeña o a grande»
En esta situación, que constatan también en Nafarroa, Pueyo y Kiroga lamentaron que los partidos se estén limitando a hacer haciendo lecturas postelectorales «convencionales», ateniéndose al guión habitual. Aludieron, por ejemplo, a que UPN lo ha aprovechado para intentar consolidar el Gobierno de Sanz, a que el PSN «sigue en su autismo histórico», y a que Nafarroa Bai «no quiere ver este primer patinazo y busca seguir a la sombra de Zapatero».
Todas estas tomas de posición «no responden al momento político tan importante en que estamos», continuaron los electos independentistas. Para Pueyo y Kiroga, «sólo hay dos alternativas: o seguir jugando a pequeña, de manera convencional, repitiendo el fraude de hace 30 años, o jugar a grande impulsando un cambio político radical y asumiendo la responsabilidad que el momento exige».
Al hilo de ello, recordaron que sigue sobre la mesa la Propuesta de Marco Democrático de la izquierda abertzale que postula una autonomía a cuatro con derecho a decidir y estatus propio para Nafarroa. Kiroga recordó que PSOE y PNV continúan sin decir con qué puntos concretos no están de acuerdo. Y Pueyo resaltó que «Navarra es algo más que otro herrialde; no es el problema, sino la clave de la solución; no es objeto, sino sujeto; y fue la manifestación política-institucional de Euskal Herria reconocida internacionalmente». Ambos trajeron a colación además la profecía del Frente Popular en 1936 -PSOE incluido- de que una Nafarroa aislada del resto de Euskal Herria caería irremediablemente en manos de la derecha.
Los electos independentistas avanzaron su disposición a «llegar hasta el final» con esta propuesta de solución y afirmaron que debatirla «es lo más inteligente». Pero advirtieron a la vez de que si la respuesta sigue siendo la represión y la imposición, «nos tendrán enfrente tan firmes como hasta ahora».
Nafarroa ha sido, con diferencia, el herrialde en que menos ha subido la abstención con relación a los comicios de 2004. Sin embargo, los electos independentistas han analizado los datos pueblo a pueblo y constatan una cuestión que ha pasado desapercibida: en Nafarroa apenas se ha producido la habitual «abstención técnica» dado que los simpatizantes de UPN y PSOE -que disponen de mayor peso en este herrialde- han acudido sin duda en masa a las urnas, especialmente tras el atentado de Arrasate. A modo de ejemplos, Kiroga y Pueyo llamaron la atención sobre la diferencia brutal entre el nivel de abstención en Goizueta (casi un 80%) y en Monteagudo (apenas un 10%). Lo mismo pasa entre Araitz y Fontellas, Leitza y Funes, Zubieta y Fustiñana. Teniendo en cuenta este factor, consideraron que la «abstención activa» de la izquierda abertzale ha podido ser la opción elegida por casi 30.000 personas.
En paralelo, matizaron el balance hecho por otros partidos. Recordaron que UPN ni siquiera ha sumado los 5.000 votos extras de CDN de 2004; que el PSN «sólo ha logrado 2.000 votos más que entonces, con todo lo que tenía a favor, lo que refleja sus gravísimos problemas internos»; y que Nafarroa Bai «no ha cumplido ninguno de sus objetivos».
El PSOE mantiene sus once escaños en Euskal Herria tras el recuento final cerrado ayer con el cómputo del voto de los llamados «electores no residentes». Quedaba por confirmar si ese acta seguía en manos del PSOE o pasaba a las del PP, pero no hubo sorpresas. De hecho, entre este grupo de voto también venció el PSE, que habría recibido 2.624 votos desde otros estados frente a los sólo 1.312 del PP. El cuarto en la lista del PSE en Bizkaia es Josu Montalbán, y la que se queda fuera por poco, Marisa Arrué, del PP.
Los resultados todavía no son completamente definitivos, dado que hoy habrá que resolver aún algunas impugnaciones, tras lo que ya se podrán conocer en su integridad. Sin embargo, tanto los representantes del PP en la Junta Electoral Provincial de Bizkaia como los del PSOE dejaron claro que el escaño de Bizkaia será para el partido de Rodríguez Zapatero.
El gran resultado del PSOE en Euskal Herria fue felicitado ayer de modo expreso por el ministro del Interior español. Alfredo Pérez Rubalcaba pasó primero por Iruñea para interesarse por el estado del líder del PSN, Carlos Chivite, que sigue «muy grave» en la UCI del Hospital de Nafarroa tras sufrir una hemorragia cerebral en plena campaña. Posteriormente viajó a Bilbo para reunirse con la cúpula del PSE, a quien trasladó su «más sincera felicitación» por los resultados «históricos» del domingo. Abordaron además cuestiones de seguridad tras el atentado que acabó con la vida del ex concejal Isaías Carrasco en Arrasate. Rubalcaba viajó junto a su número dos, Ignacio Camacho.
El recuento final sí deparó una mala noticia para CiU, que perdió su último electo en Barcelona; pasa a manos del PP a la espera de las confirmaciones de hoy. Les separan únicamente 229 votos, por lo que CiU no da la cuestión por zanjada.
