Muere electrocutado un trabajador en Fustiñana, el segundo en tres días
Un trabajador de 28 años, J.M.L., vecino de Ribaforada, murió en la mañana de ayer electrocutado cuando trabajaba en una nave en construcción en el polígono industrial de Fustiñana. Según las primeras investigaciones, el mortal accidente laboral ocurrió cuando unos cables de alta tensión cayeron sobre una chapa que utilizaban dos trabajadores en las labores de encofrado. Los sindicatos denunciaron esta nueva muerte y convocaron concentraciones de protesta.
GARA |
Cuando todavía se escucha el eco de las protestas de los sindicatos por la muerte en Durango el lunes del riojano Héctor Sáez, de 19 años, aplastado por unas pesadas láminas de vidrio que nunca tenía que haber manipulado en solitario y en las adversas condiciones climatológicas que se daban, la muerte de otro trabajador joven, J.M.L., de 28 años y vecino de Ribaforada, tomaba el relevo en esta macabra lotería. J.M.L, empleado de la empresa Ayecozar de Ribaforada, murió electrocutado en una nave en construcción del polígono industrial de Fustiñana.
Según el Gobierno de Nafarroa, J.M.L. murió tras sufrir una descarga eléctrica cuando trabajaba en labores de encofrado en una nave en construcción. Las primeras investigaciones realizadas por la Policía Foral, según las mismas fuentes, el accidente se produjo a las 9.45 horas. Al parecer, una carretilla elevadora golpeó unos cables de alta tensión, que cayeron sobre una chapa que utilizaban dos trabajadores para hacer el encofrado, resultado electrocutado J.M.L..
Los compañeros trasladaron con vida a J.M.L. en un coche particular hasta el centro de salud de Fustiñana, donde no pudieron reanimarlo.
Denuncias sindicales
LAB denunció en un comunicado la muerte deJ.M.L. y destacó que «este tipo de accidentes se pueden evitar», pero «para ello hace falta querer hacerlo».
Tras mostrar su solidaridad con los familiares y allegados de la víctima, la central abertzale preguntó qué medidas de seguridad se habían tomado y si el trabajador estaba informado al respecto. LAB subrayó que «se supone» que esta nave industrial «debe disponer de un estudio inicial de seguridad» y que se había realizado un plan de seguridad en el que aparece la línea de alta tensión que ha provocado el accidente.
LAB convocó una concentración para denunciar este nuevo accidente mortal mañana en la Plaza de los Fueros de Tutera.
CGT indicó que «debemos seguir realizando concentraciones y posibilitar la participación de todos para denunciar las condiciones de trabajo que en mayor o menor medida sufrimos y que, desgraciadamente en muchas ocasiones, nos roba la vida o nos la deteriora gravemente, tanto la nuestra como la de nuestras familias». CGT convocó una concentración para hoy en la calle Mercaderes de Iruñea, a las 20.00 horas.
UGT, por su parte, se solidarizó con la familia del trabajador, denunció la «lacra» de los accidentes y exigió una «investigación exhaustiva».
CCOO también consideró que el accidente podía haberse evitado con las correspondientes medidas de prevención e incidió en la necesidad de cumplir «al pie de la letra» el decreto que regula la coordinación de actividades en materia preventiva.
En otros accidentes ocurridos ayer, un trabajador resultó herido en el puerto de Santurtzi cuando una pieza de 300 kilos cayó sobre su pierna izquierda, informó la DYA. En Azkoien, otro operario resultó herido tras sufrir una descarga eléctrica, y en Zugastieta, un obrero quedó herido cuando un pino le cayó sobre una pierna mientras talaba.
La actividad de la factoría Luzuriaga, de Tafalla, permanece paralizada desde las 9.56 horas de ayer debido a un incendio que obligó a desalojar la nave principal y que ocasionó «daños considerables», según indicó el director de la Agencia Navarra de Emergencias, David Sainz, que añadió que no hubo daños personales.
Aunque el incendio quedó controlado pasadas las 10.30 horas, no fue hasta horas después cuando se dio por extinguido y los bomberos permitieron el paso a varios operarios de mantenimiento para poner en marcha los hornos y evitar que el material de la colada se solidificara, lo que podría dejar inutilizadas algunas instalaciones.
El fuego se declaró bajo los hornos de fundición y quemó tanto los transformadores eléctricos que alimentan la colada -la máquina en la que se funden las aleaciones- como el cableado de plástico. El piraleno, un producto tóxico que refrigeraba los dos transformadores, no llegó a arder.
Los bomberos de la Agencia Navarra de Emergencias tuvieron que intervenir en dos alturas, en la primera planta y en el sótano, según señaló el Gobierno de Nafarroa en un comunicado en el que precisó que su actuación ha entrañado «cierta dificultad tanto por las elevadas temperaturas como por los accesos».