ELA indica que el aumento de la riqueza no ha recaído en la clase trabajadora
ELA manifestó ayer que 2007 fue «un mal año para la clase trabajadora», porque fente al aumento de la riqueza de algunas rentas, la clase trabajadora sufrió precios más altos en un mercado laboral con altísima eventualidad y precariedad y discriminatorio con las mujeres.
GARA |
El sindicato ELA consideró ayer que 2007 fue «un mal año», porque el aumento de la riqueza «no se ha trasladado a la clase trabajadora». Criticó que la precarización del empleo «no se ha reducido» y que la distribución de la riqueza es cada vez «más injusta e insolidaria».
El secretario general del sindicato, José Elorrieta, explicó junto a los responsables del área de estudios Mikel Noval y Julene Gabiola, que la economía ha crecido un 3,9% en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, pero que, en cambio, el crecimiento del empleo sólo ha sido del 0,7%, con una tendencia a la baja.
Noval indicó al respecto que 2007 fue el decimocuarto año consecutivo de crecimiento económico en la CAV, frente a lo que subrayó que la creación de empleo ha sido «escasa». «Es cierto que se ha reducido la tasa de paro ya que ha bajado del 6,3% al 5,4%, pero es porque se ha reducido la tasa de actividad que ha caído 5 décimas, pasando del 74% al 73,5%, no porque se haya creado más empleo», destacó.
Récord de contratos eventuales
Por otra parte, el análisis de coyuntura de ELA indica que se sigue produciendo «un abuso tremendo» de la contratación temporal. Noval recalcó que en el año 2007 se ha producido un «récord» de contratos de temporalidad al superarse la cifra del millón de contratos de este tipo. «De los 1.121.729 contratos que se realizaron en Hego Euskal Herria durante el pasado año, 1.017.097 fueron contratos temporales», añadió.
Criticó la diferencia «clara» que existe entre hombres y mujeres en la contratación ya que, según indica el informe, mientras que el contrato de interinidad, sin indemnización a la finalización del mismo, sólo se realiza en el 7,7% de los casos en los hombres, en el caso de las mujeres se realiza en un 26,2%.
La discriminación que padecen las mujeres también tiene reflejo, según destacó, en la tasa de actividad, ya que mientras la masculina del cuarto trimestre de 2007 fue del 82%, la femenina apenas llegó al 65,8%, algo que se repite con la tasa de paro.
Elorrieta destacó que es «obvio» que ha habido un incremento de la productividad, pero denunció que este crecimiento «no ha ido a los salarios» porque «los salarios de la renta han ido bajando». Anunció que la prioridad del sindicato será la «no discriminación de los salarios y la estabilidad», ya que «tenemos mucho trabajo que hacer para ir reduciendo esa diferencia salarial e intentar estabilizar las condiciones de trabajo vía homologaciones».
ELA destacó que los precios «están creciendo más que lo que lo hacen en otras partes» y que se está incrementando el diferencial con la UE, por lo que opinó que el encarecimiento «no se puede achacar sólo a la coyuntura internacional».