La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, afirmó en Brasilia que EEUU estudia posibles vínculos de las FARC con Venezuela y que «actuará en consecuencia».

Tras reunirse con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva y el canciller Celso Amorim, Rice resaltó el liderazgo de Brasil en América del Sur e incidió en que los «estados responsables» deben garantizar que «los terroristas no actúen libremente a través de las fronteras».

Después de su corta visita a Brasil, viajó a Santiago de Chile, donde dos personas fueron detenidas en una manifestación contra la presencia de Rice. La protesta fue convocada por el Partido Comunista y otros organismos junto al monumento a Salvador Allende. Ercides Martínez, miembro de la Comisión Política de este partido, subrayó que la presencia de Rice «es una afrenta para la región; representa la política terrorista de Estados Unidos».

Destacó también que el reciente conflicto entre Colombia y Ecuador «es el pretexto para instalar la guerra en nuestro subcontinente».

En la carta dirigida a la presidenta Michelle Bachelet, las organizaciones convocantes, agrupadas en el Foro Civil de Chile, señalaron que su repudio a esta visita se funda «en la insistencia» de Washington de «sostener una política de agresión criminal y sometimiento hacia otros pueblos».

Respuesta de Chávez

Por su parte, el mandatario venezolano Hugo Chávez salió al paso de las amenazas de Rice de incluir a Venezuela en la lista de «países terroristas». «¡Que se la metan en el bolsillo», le respondió.

Consideró que Estados Unidos «está desesperado» porque ha fracasado en su intento de «derrocar la revolución bolivariana». Resaltó que el viaje de Rice a Brasil y Chile se debe a la política de «constante agresión» contra Caracas porque George W. Bush «tiene miedo de la influencia de la revolución bolivariana en la región».