PORTLAND SAN ANTONIO 32

HAMBURGO 32

Mediatizado por la actuación arbitral, el San Antonio no pudo alcanzar su objetivo de meterse en las semifinales de la máxima competición europea de clubes. Las decisiones de los suecos Canoro y Claesson terminaron por desquiciar a los de Cabanas, sumado al mal inicio de la segunda parte de los albiazules, lo que dejó sin opción alguna a la escuadra navarra.

Por contra, el Hamburgo volvió a pescar en Iruñea. Lo hizo en fútbol cuando apeó a Osasuna de disputar la Champions League y volvió a repetir ayer en el Universitario, en versión balonmanística, al conseguir un empate que a los germanos les supo a victoria, ya que ese punto impedía que el Croatia Zagreb le superara en la clasificación.

Dejando a un lado la parcial interpretación que los colegiados hicieron del reglamento dependiendo de uno u otro equipo, la realidad es que Portland sólo estuvo metido en este trascendental choque en la segunda fase de la primera parte y en la parte final, cuando la ventaja fraguada por los germanos era demasiado grande.

De hecho, los visitantes dieron la impresión de saltar más centrados a la pista, ya que no dejaron de ir por delante en el marcador hasta el minuto 19, en el que los albiazules se hicieron por primera vez con las riendas en el electrónico (10-9), fruto de una defensa más compacta y, por ende, de una cadena de paradas de Matosevic, que sumó 11 en el primer tiempo.

Pero todo se frustó tras el paso por vestuarios. Los teutones apretaron su 6-0, transformándolo en un muro con la permisividad arbitral como aliada. A ello unieron una velocidad en la salida a la contra que desarboló por completo a los locales, incapaces de frenar la avalancha alemana, elevando la máxima diferencia a cuatro goles en el minuto 40 (18-22).

Demasiada brecha

Al San Antonio sólo le quedaba realizar la épica en los últimos veinte minutos, algo impensable a la vista de la brecha abierta y el protagonismo arbitral. El bajón físico final a punto estuvo de costarles caro a los de Schwalb -con sólo dos cambios- , pero sólo provocó que las diferencias se recortaran hasta el empate final.

Por otro lado, la jornada deparó una sorpresa histórica, aunque insignificante para un Barcelona ya clasificado. Los azul- grana cayeron en competición europea en el Palau once años después, al perder frente al Pick Szeged por 28-32. El otro resultado intrascendente del día fue la victoria del Montpellier (29-26) sobre el Gorenje Valenje en el grupo 2.