Un primer trimestre de 2008 nefasto para todas las bolsas
Las bolsas mundiales han cerrado el primer trimestre con su peor balance en muchos años. El miedo a la recesión en Estados Unidos, la crisis financiera y las repercusiones del derrumbe inmobiliario han conformado un atolladero frente a las ilusiones de recuperación de los mercados. Y por si esto fuera poco, el precio del crudo, en niveles históricos, oscurece todavía más el panorama. Al cierre del trimestre, el Ibex cae un 12,60%, y el CAC 40, un 16,32%.
Alberto CASTRO |
La semana del 25 al 28 de marzo supuso una bocanada de oxígeno para los maltrechos mercados de renta variable. No obstante, esa recuperación momentánea, que devolvió al Ibex al terreno de las ganancias en marzo, tan sólo sirvió para maquillar levemente su peor trimestre desde 2002. A las bolsas asiáticas, tan rutilantes en ejercicios anteriores, también les han pasado factura los mismos miedos que al resto del mundo y han acumulado pérdidas no vistas en un lustro.
Y es que, por ahora, el cielo está cubierto de nubarrones y todos los factores son negativos. En Estados Unidos, la recesión es un hecho -así lo cree el multimillonario Warren Buffet desde hace meses- y cada dato que se aporta lo confirma. En el primer trimestre se ha encadenado la destrucción de empleo y la confianza del consumidor se ha derrumbado, alcanzando los niveles más bajos de su historia. Y todo esto está sucediendo en una economía ya resquebrajada por la profunda crisis financiera iniciada con la eclosión de los problemas ligados a las hipotecas de alto riesgo. Los esfuerzos de la Reserva Federal por aliviar esa situación con rebajas continuas de tipos de interés y crecientes inyecciones de liquidez no terminan de surtir efecto. El último ejemplo es el colapso de Bearn Stearns, una entidad que se hundió de la noche a la mañana en medio de esas turbulencias financieras.
El sector inmobiliario
Otro problema de gran dimensión es el parón del sector inmobiliario, que dio sus primeros síntomas en 2006 y terminó por estallar el año pasado. Las ventas de viviendas caen sin cesar y los precios, aunque a menor ritmo, también han emprendido la cuesta abajo en este trimestre, por lo que la actividad, el empleo y el consumo están sufriendo sus efectos de forma directa. El panorama a este lado del Atlántico no es, a primera vista, tan demoledor, pero también pudiera verse comprometido si persisten las dificultades en el crédito, las entidades bancarias afloran mayores pérdidas de las estimadas hasta ahora y la inflación no termina de sujetarse.
El dato provisional de marzo ha demostrado que el IPC de la eurozona sigue acelerándose al alcanzar el 3,5% y superar en dos décimas al del mes anterior. Sólo el control de la inflación podría abrir la puerta a un cambio a medio plazo en la política monetaria del BCE, inmune por el momento a las muestras de desaceleración del crecimiento europeo, pero muy implicado en la estabilidad de los precios, según repiten una y otra vez sus dirigentes. Y la razón parece estar de su parte si nos fijamos en el precio del crudo, que cierra marzo en el entorno de los 105 dólares y con previsiones de que puede ir todavía más arriba en el corto plazo.
Para olvidar
El trimestre en los mercados ha sido, por tanto, para olvidar. El Ibex tuvo tres comportamientos diferentes en cada uno de los meses. En enero, se continuó con la fuerte marcha atrás iniciada en 2007 y el índice bajó un 12,86%. Después, en febrero, los vaivenes propiciados por malas noticias del ámbito financiero no pudieron arrastrarlo más abajo y pudo limitar su caída al 0,45%.
Muchos creyeron ver en esta resistencia la posibilidad de un suelo para futuras subidas. Ayer, al cierre de marzo, repuntó un 0,75%, y algunos piensan que puede ser ya el inicio de esos mejores tiempos porque ha sido capaz de mantenerse por encima de los 13.000 puntos. Por el momento, el Ibex cede en el primer trimestre un 12,60%.
Ahora falta por saber también si se han visto afectados con contundencia los resultados empresariales en este periodo por la evidente desaceleración de la economía. Con todo, sería una gran sorpresa que a finales del ejercicio el conjunto de las 35 sociedades del Ibex supere el beneficio récord de 49.200 millones de euros logrados en 2007.
El balance para el resto de los principales mercados de Europa no es menos desalentador. En París, el CAC 40 acumula una bajada del 16,32%, un porcentaje superado ampliamente por el Dax Xetra alemán, que descuenta un 18,99%. La menor caída corresponde al Footsie 100 londinense, que se deja un 11,69% en este primer trimestre del presente año.
El balance trimestral no puede ser más negativo para la construcción y las inmobiliarias. Los problemas han ido creciendo como una gran bola de nieve que puede llevarse por delante a muchas compañías de entidad del sector, como ya lo ha hecho con otras más pequeñas, ahogadas por las dificultades para soportar la deuda. Y es que de repente desapareció todo: el suelo, la demanda y el dinero «fácil» de los bancos para financiar las operaciones de empresas y compradores. Así, el ladrillo se ha hecho añicos al precipitarse desde lo más alto en 2007, y la bolsa tiene un buen ejemplo en la inmobiliaria Colonial, el peor valor del trimestre que ayer cotizó por última vez dentro del Ibex.
Hoy iniciará la sesión tras haberse dejado un 50% en sólo tres meses. En 2007 se había despeñado ya más de un 60%. En otro plano, pero también con grandes descuentos, han terminado Acciona (-21,77%) y FCC (-18,87%). Otras firmas con recortes serios han sido BME (-33,61%), tras apagarse paulatinamente los rumores de compra, Telecinco (-26,38%) y Renovables (-21,95%). Las bajadas trimestrales también alcanzan a Telefónica (-18,09%), BBVA (-16,77%) y Santander (-14,67%). Tan sólo cuatro valores del Ibex, con Grifols (+8,18%) a la cabeza, salvan el primer trimestre en positivo.