Tau Baskonia afronta esta noche en el «Araba Arena» la primera entrega de la serie de cuartos de final de la Euroliga ante el Partizan de Belgrado, siempre con la mirada puesta en la Final Four, con el objetivo de volver a estar en la elite continental por cuarto año consecutivo.

La historia reciente de Saski Baskonia habla de dos clasificaciones remontando el factor cancha en contra y un repaso en toda regla sobre el Olympiacos, un 2-0 inapelable, sin tener que echar mano del desempate ante sus aficionados.

Sin embargo, este Tau Baskonia no es el mismo que el de 2005. De aquella mágica plantilla sólo sobreviven Prigioni, Vidal y Splitter. La colonia argentina se ha ido vaciando y el tintineo dorado de la NBA ha convertido al club baskonista en un trampolín por donde ensayar el triple salto mortal hacia el otro lado del «charco».

El banquillo tampoco es el mismo. La salida de Dusko Ivanovic trajo un carrusel de técnicos -Pedro Martínez, Velimir Perasovic, Natxo Lezkano y Bozidar Maljkovic- con un estilo de juego parecido, muy parecido o incluso calcado al del técnico montenegrino. Pero con Neven Spahija, llegó el escándalo: llegaron las zonas, otro estilo, otro color... un equipo nuevo.

Y la afición tampoco es la misma, aunque Zurbano sea una cancha temible en toda Europa y la hinchada baskonista se ha ganado a pulso el respeto de sus rivales. Ahora es más vieja, acaso más aburguesada, acostumbrada al I feel Devotion de la Euroliga. Pero, al mismo tiempo, con la misma pasión hacia su equipo, el primero de Euskal Herria, el máximo exponente de la Liga ACB y una de las mejores de toda Europa.

El primer paso, clave

Quien sigue el baloncesto sabe lo que es el primer paso; sabe lo importante que es tener un gran primer paso. Toda penetración hacia la canasta rival empieza con un primer paso que, a la fuerza, debe ser bien largo y contundente, capaz de superar al contrario antes de impulsarse con el segundo y volar sorteando los obstáculos hacia la cesta.

Por eso, quien entiende de esto sabe que esta tarde no se juega un partido más, donde lo único que se dilucida es quién toma ventaja en una eliminatoria más de cuartos de final. Esta tarde se vuelve a dar el primer paso en el asalto hacia Madrid.

El propio Neven Spahija tildaba de «clave» en la rueda de prensa previa de ayer la victoria para el encuentro de hoy. «En un Top-8 como nos encontramos todos los equipos son grandes. El Partizan es un equipo que juega muy bien al que no le importa si está jugando en Belgrado, en Estambul, en Siena o Atenas. Siempre juega a lo mismo: la misma rotación, el mismo ritmo... Es evidente que prepararán algún detalle para jugar contra nosotros, pero ellos también deben emplear su sistema. Los conocemos bien y por eso, con todo el respeto, estamos preparados para ganarles».

«La clave está en nuestro juego, sobre todo si el equipo juega como lo ha hecho en los dos últimos partidos. Hemos luchado mucho en el Top-16 para tener la ventaja de campo en esta eliminatoria, así que tenemos que aprovecharla», dijo el croata.

Una vez que el escolta Igor Rakocevic y el pívot Tiago Splitter descansaron el pasado sábado ante el Kalise Gran Canaria como medida de precaución tras los problemas físicos que acusaron al final de la pasada semana, ambos podrán estar a disposición del entrenador.

Una «víctima» confiada

El equipo serbio, que prepara el técnico montenegrino Dusko Vujosevic, se caracteriza por contar en su plantilla con una gran mayoría de jugadores de su cantera, con el añadido de Milt Palacio, que es natural de Belize, y Nikola Pekovic, de Montenegro. Una «víctima» que baja muchos enteros fuera de su cancha: el temible Pionir. Pero esta «víctima» llega sin presión, y con toda la confianza.

Palacio considera que su equipo llega en un momento. «Estamos en buena forma en el momento oportuno. Es fantástico militar en un equipo tan joven y verlo crecer tan rápido. Ahora, creo que estamos jugando un gran baloncesto, pero creo que debemos seguir mejorando».

El base se encuentra cómodo en el papel de «víctima». «Me encanta que nadie crea que podemos ganar. Tampoco nadie pensaba que pudiéramos sobrevivir al Top-16 . No tenemos presión alguna. El Panathinaikos sí que la tenía y lo acabó pagando. Ahora, Tau Baskonia es quien tiene toda la presión sobre sus hombros. Y nos gusta esa situación», afirmaba.

El Partizan cuenta con una columna vertebral formada por Palacio, el exterior Dusan Kecman, el interior Nikola Pekovic junto con otros hombres muy valiosos, como Milenko Tepic, Cedomir Vitkovac, Uros Tripkovic y Novica Velickovic, un buen lanzador de triples.

Para el encuentro de esta tarde quedan ya muy pocas localidades, por lo que es de esperar que las gradas de Zurbano se llenen, dada la trascendencia del primer lance de la eliminatoria.