El Caja Rural se ha renovado en 2008 y Héctor Espasandín debe ser uno de los líderes del equipo en las citas más importantes. El gallego cumple su quinta temporada y su máximo objetivo es acumular victorias y brillar en la Vuelta a Nafarroa, algo que confía conseguir tras dos años en las que no ha podido competir en condiciones.

Espasandín afronta la temporada «igual que los anteriores», aunque asume que «me tengo que exigir un poco más, porque ahora corro siempre con los elite». Junto a sus compañeros Rubén Martínez y el ex profesional Miguel Ochoa está llamado a asumir el mando.

El corredor de Culleredo (A Coruña) ha empezado con «buenas sensaciones» la temporada, si bien reconoce que todavía no ha obtenido «grandes resultados». Sobre todo, espera que «lo mejor esté por llegar» tras entrenar durante tres semanas en Benidorm en febrero.

«Martínez, Ochoa y yo tenemos que dar la cara porque hay mucha gente nueva y joven. Hemos tenido un poco de mala suerte y no tenemos la forma que quisiéramos, mientras que otros han empezado muy fuerte. Yo creo que el nivel se va a equilibrar y esperemos que vengan los resultados y encaminar así la temporada», explica.

Su palmarés contempla cuatro victorias y su principal objetivo del año es aumentar ese número de éxitos. Confía en ello porque ha ofrecido destellos de su calidad, a pesar de que las dos últimas temporadas no ha tenido suerte. «Estos dos últimos años sólo he corrido media temporada en condiciones», adelanta. Una mononucleosis en 2006 y una inflamación del tendón de Aquiles el año pasado le impidieron ofrecer su mejor versión. Aún así, el año pasado ganó dos carreras, y por eso cree que este año puede obtener más triunfos, «si la suerte y la forma» le acompañan.

No hace más que mencionar la Vuelta a Nafarroa. «Quiero hacerlo bien», insiste. No la ha corrido nunca y por eso es cauto. «Creo que puedo hacer un buen papel, no ganar la vuelta pero sí veo factible destacar en algunas etapas».

Además, tiene como objetivo brillar en la Vuelta a Extremadura e «ilusión» por las carreras del Torneo Euskaldun.

A prueba en el Karpin-Galicia

Se siente «muy a gusto» en el conjunto navarro al que llegó en 2006 junto a Torres -viven a siete kilómetros de distancia-. «Llegué de un equipo pequeño y en el Caja Rural me parecía todo muy grande. Era como si fuera otro mundo. Tenemos todos los medios y el trato es muy bueno, igual que el ambiente».

El año pasado estuvo en el grupo amateur con el que trabajó el Karpin-Galicia profesional; Espasandín participó en varias concentraciones y entrenamientos, pero finalmente Alvaro Pino optó por otros corredores. El ciclista gallego era consciente de que debido a su lesión lo iba a tener difícil. «Pino dijo que la edad no es un impedimento y por eso tengo la esperanza de pasar», asegura.