Van pasando los años y a la escena se suman miles de nuevos nombres que van cerrando el camino a los veteranos, pero cuando la actualidad o la casualidad te brindan la ocasión de rememorar la historia y las habilidades de cada cual, cabe percibir la sólida diferencia entre un clásico como Morrisey y la mayoría de propuestas juveniles. Quizá, al menos en nuestro entorno, no pueda hablarse de éxitos de Morrisey, pero sí de un artista estimado por su estilo y talento plural. De esta forma, las quince canciones que recorren la imaginaria línea del «Greatest hits» nos permiten contrastar la notable calidad del músico pieza a pieza e independientemente del título de cada instante. Dignifica Morrisey, en realidad, el lado pop de la música, frente a la vulgaridad cotidiana, convirtiendo su escucha en un proceso donde sólo cabe el reconocimiento y el placer sensorial. Como Bryan Ferry, nuestro héroe es un dandy de la interpretación. Posee un timbre, tono y cadencia que lo distancian cómodamente del resto, de muchos de ellos. Es un gran vocalista, como ya demostró con The Smith, pero también un seductivo creador. La actualidad entierra los días del pasado, pero con «Greatest hits», más dos impecables nuevos cortes, el autor reivindica con honestidad su nombre y la vigencia de 25 años de carrera. Según la edición que adquieras, puedes hallar un «Greatest hits» al que se le suma un cedé grabado en directo, «Live at the Hollywood Bowl».