Raimundo Fitero
Busconas
Las generalistas están buscando programas, fórmulas, series, maneras de llamar la atención a las masas. Están sacando sus facetas más evidentes y tentadoras de busconas. Y las búsquedas, la experimentación las probaturas las están realizando en todas las franjas horarias porque parece que estamos asistiendo a un final de ciclo y los asuntos del corazón y el famoseo se está reconvirtiendo. No ha desaparecido, peor se presenta de una manera más tangencial, sin ocupar el primer plano, a no ser con algo muy concreto.
Cuando hacemos estas aseveraciones, se comprende que es una simple apreciación voluntariosa y que aunque sea una tendencia extendida en públicas y privadas, siempre quedan aquellos entes en los que los cambios no se producen, que se mantienen en una estructura fija con variables mínimas y coyunturales. Nos referimos a ETB en su conjunto, que además de servir de portavocía de Ibarretxe por un lado, de boletín entre batzokis por otro, de catapulta política para sus máximos cargos en su clave de fin y para potenciar deportes y negocios muy focalizados, proporciona a los televidentes una parrilla fiel a sí misma, que vive en una comodidad negligente, sin apenas pulso, siempre a remolque de unas circunstancias ajenas a cualquier movimiento global en las programaciones. Con honrosísimas excepciones. Obvio.
¿Pero qué buscan? Formatos nuevos. Ese es el reto de toda cadena, encontrar aquello que innove, que cuaje, que sirva de locomotora para el resto de la programación. Parece que estamos en un tiempo televisivo en donde el conductor es un factor más, no lo principal. Los hay que proporcionan un porcentaje de audiencia, pero si no hay buen programa, se agota pronto el tirón. Los realitys en todas sus versiones, están manteniendo el tipo. No están en cifras espectaculares, pero sí suficientes. De las series que se estrenan un gran porcentaje desaparece rápido, por ello se van manteniendo en el núcleo duro de la programación series y formatos de siempre. Pero el mercado está muy fragmentado. Tele 5 fue la más vista en marzo en el Estado español, pero rozando el diecinueve por ciento. Al borde de lo sostenible.