Un puesto en la CAN dispara la pugna entre Aralar y EA por el control de NaBai
Las divergencias internas en Nafarroa Bai se dispararon ayer de modo ruidoso. El último detonante, la incapacidad de acordar el nombre de su representante en el Consejo de Administración de la CAN. Tras decidir dejar vacante el cargo, a sólo tres minutos del fin del plazo el presidente de EA, Maiorga Ramírez, inscribió su nombre. Txentxo Jiménez, su homólogo de Aralar, respondió que no es el candidato de la coalición. El control y el futuro de NaBai están en juego.
Ramón SOLA |
Los máximos dirigentes de EA y Aralar en Nafarroa, Maiorga Ramírez y Txentxo Jiménez, se enzarzaron ayer en los pasillos del Parlamento en un cruce de reproches que va mucho más allá del litigio concreto que motivó la discusión: la incapacidad para acordar el representante que corresponde a Nafarroa Bai en el Consejo de Administración de CajaNavarra.
El conflicto saltó a la luz pública al mediodía de ayer, al conocerse que Maiorga Ramírez se había registrado como candidato a integrar el Consejo. Lo hizo a sólo tres minutos del fin del plazo. Según admitieron las dos partes, en la tarde anterior el órgano permanente de dirección de NaBai había celebrado una larga reunión en la que no hubo acuerdo sobre el candidato. Ayer a la mañana volvieron a hablar, pero tampoco llegó el consenso, de modo que se dio por seguro que el puesto quedaría vacante. Ramírez lo impidió con su iniciativa, que dijo haber adoptado sin ambición personal y en un ejercicio de «responsabilidad».
El dirigente de EA denunció el «inmovilismo» de sus socios y argumentó que «no se puede permitir que las diferencias internas nos dejen sin representante», más aún teniendo en cuenta que Miguel Sanz ha intentado tradicionalmente que no haya representación abertzale en este órgano. Sin embargo, tanto el PNV como Aralar tildaron de «unilateral» la acción de Ramírez. Y desde esta última formación, Txentxo Jiménez dejó muy claro que «será el candidato de EA, no el de NaBai. No cuenta con el apoyo de la coalición», recalcó.
En resumen, un rifirrafe público insólito en una coalición.
EA-Batzarre versus Aralar-PNV
Hasta llegar al bloqueo, Aralar y PNV habían apostado por colocar en CajaNavarra a un independiente: el economista Juan Carlos Longas, que ha sido el número 2 de la candidatura de Nafarroa Bai al Congreso tras Uxue Barkos. Por su parte, EA y Batzarre defendían que fuera un político quien accediera al Consejo de Administración, y pusieron sobre la mesa «cuatro o cinco nombres», pero todos ellos resultaron rechazados.
En cualquier caso, la letra pequeña del conflicto no parece ser lo más relevante. Tampoco lo es el conflicto en sí, ya que sólo está en juego un puesto de vocal en la CAN. El enfrentamiento sí sirve para marcar con claridad tanto la difícil situación interna de NaBai como el modo en que se alinean sus miembros: Aralar y EA lideran la pugna, el primero de ellos con el apoyo constante del PNV y el segundo -de modo mucho más puntual- con la sintonía de Batzarre.
La incomodidad de EA con el diseño inicial y el desarrollo de la coalición ha quedado de manifiesto en varias ocasiones, dado que habitualmente esta formación ha quedado en minoría frente al tándem formado por Aralar y PNV. Así se observa en la práctica totalidad de las tesis defendidas por la diputada Uxue Barkos en el Congreso (el último ejemplo fue su posición ayer ante el conflicto de Arrasate). Y también se plasma en el reparto de cargos electos: el liderazgo de la lista al Parlamento de Nafarroa quedó en manos de Aralar (Patxi Zabaleta) pero el del Ayuntamiento de Iruñea, que correspondía designar a EA, fue a parar finalmente también a Uxue Barkos, que no está adscrita a ningún partido.
El modo habitual de resolver estos litigios se quebró ayer con la decisión de Ramírez de inscribir su nombre como candidato.
Debate sobre el futuro
La acumulación de conflictos internos por cuestiones menores (el más reciente se debía a la ubicación de la futura Ciudad de la Carne) coincide con el lanzamiento progresivo de mensajes de prensa en favor de convertir la actual coalición en un partido político, con el fin aparente de potenciar su cohesión. EA sería de nuevo la formación más perjudicada, dado que históricamente ha tenido un notable peso en Nafarroa -al contrario que socios como el PNV- y que mantiene también una importante presencia en los otros herrialdes, lo que no ocurre con Aralar o Batzarre.
Txentxo Jiménez definió la situación creada ayer como «un tema lo suficientemente delicado». La dirección de EA, por su parte, emitió una nota en la que justifica la actuación de Ramírez pero deja el futuro de su candidatura en manos de los órganos directivos de NaBai.
Si ésta no se puede modificar, como parece, nadie duda de que los diputados de NaBai terminarán votando a Ramírez. Hay seis candidatos para cinco puestos: sus rivales son Eugenio Simón y Carlos García Adanero (UPN), José Andrés Burguete (CDN), Roberto Jiménez (PSN) y José Miguel Nuin (IUN).
Este último conflicto llega en un momento en que se multiplican las llamadas en prensa para que la coalición se convierta en una estructura más estable -como un partido-, algo que perjudicaría sobre todo a EA.