La visita cursada por los representantes de Eusko Alkartasuna a las instalaciones de Petronor motivó la protesta de la Coordinadora Anticoke, que se concentró media hora antes frente a la puerta principal de la refinería. Desde la plataforma ciudadana se incidió en que una de las componentes de la delegación de EA, Esther Larrañaga, es consejera de Medio Ambiente del Ejecutivo de Lakua y será la encargada de otorgar o denegar la Autorización Ambiental Integrada (AAI) a las actuales y futuras instalaciones que se construyan en el complejo petrolero.

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Muskiz, con los tres votos a favor de EA y la oposición de los dos del PSE, aprobó hace unas semanas la presentación de once alegaciones al expediente de AAI.

«Es un acto de pleitesía del poder político vasco ante el económico absolutamente rechazable por cualquier ciudadano demócrata», manifestaron, molestos y sorprendidos con el cambio de posición de Eusko Alkartasuna que, en su opinión, ha pasado de «pedir el cierre de Petronor» por no cumplir con la legalidad a ser más permisiva con una infraestructura «obsoleta». El alcalde, Gonzalo Riancho, llegó a decir que no se le había pasado por la cabeza abogar por el cierre de Petronor, como le acusan desde PNV y PSE.

Ayer, una vez finalizada la visita, a través de un comunicado, Unai Ziarreta informó de que había reiterado a la dirección de la compañía «que resulta imprescindible que todas las empresas, sin excepción, ajusten su actividad a lo que establece la normativa medioambiental, de forma que el imprescindible desarrollo industrial se concilie con el respeto al entorno físico y a la salud de las personas».

Por ello, en el encuentro que se desarrolló «en un tono cordial, reclamó al presidente de Petronor, Pedro Fernández Frial, y al consejero delegado, José Manuel de la Sen, que el nuevo proyecto de la planta de coke se ajuste al respeto al medio ambiente y cumpla las normativas.

A su vez, los directivos explicaron a la delegación de EA las características y supuestas bondades de la planta de coke o unidad de reducción de fuel-oil para «garantizar en un futuro la eficacia de la planta de Muskiz».

Patxi López será el próximo

La de Ziarreta no será la última visita de apoyo a Petronor. Para el próximo miercoles está previsto que el secretario general del PSE, Patxi López, haga lo propio, pocos días después de que la Coordinadora Anticoke desvelase que en tres informes elaborados por asesorías jurídicas por encargo de los ayuntamientos de Muskiz y Zierbena se concluye que la refinería es «una instalación clandestina en una ubicación inadecuada» que no dispone de autorización alguna, al margen del decreto firmado en 1968 por el dictador Francisco Franco.

Con su iniciativa, López reiterara el respaldo de su partido a la compañía petrolera, a pesar de que Petronor no cuenta con autorización alguna desde 1972, año de la puesta en marcha de las instalaciones de refino. Además, estudios aseguran que las informaciones que ha transmitido para el control de sus emisiones y vertidos han sido «insuficientes» para juzgar el grado de cumplimiento de la normativa medioambiental.

A raíz de la postura inicial de EA, el PSE -su socio en el Consistorio muskiztarra- le había amenazado con romper el pacto de gobierno si no rectificaban. El teniente alcalde y delegado de Urbanismo, Fernando Martín, reclamó respaldo a los proyectos de Petronor a pesar de que sean cuestionados por sus afecciones sobre los vecinos, tal y como defendió y defiende el PNV, ahora en la oposición.

Este jubilado de Petronor no ocultó la satisfacción que le embargaba tras el cambio de rumbo de Eusko Alkartasuna e insistió en su oposición a las alegaciones a la AAI. Las relaciones de los electos muskiztarras con la compañía son una constante. Si Fernando Martín (PSE) fue trabajador de Petronor, el anterior alcalde, Gualber Atxurra (PNV), también lo es.