«Llevo muchísimos años esperando a que la gente que hizo estas barbaridas en Navarra pida perdón, pero todavía nadie lo ha hecho; nadie ha tenido la dignidad de reconocer y pedir perdón por el daño que hicieron. A mí me encantaría perdonar a los que asesinaron a mi padre, pero no puedo porque ni siquiera he podido averiguar en todos estos años quiénes fueron los culpables», comen- taba ayer consternado el miembro de la Asociación de Familiares de Fusilados en Navarra Roberto Rocafort.

Un sentimiento que bien pudiera hacerse extensible a todos los familiares de las cerca de 3.000 personas fallecidas en Nafarroa a raíz del golpe franquista de 1936. 72 años después de aquellos terribles sucesos, muchos de ellos ni tan siquiera han tenido la oportunidad de dar sepultura a los restos mortales de sus seres queridos.

En conmemoración del aniversario de la proclamación de la Segunda República española el próximo 14 de abril, la Asociación de Familiares de Fusilados en Navarra, junto a la de Familiares del Pueblo de las Viudas, ha organizado por tercer año consecutivo un acto en recuerdo de las 298 personas, seis de ellas ediles, fusiladas en Iruñea. El homenaje tendrá lugar el sábado a las 12.30 en la Vuelta del Castillo, donde fueron ejecutadas la mayoría de las víctimas.

Un acto que, según afirmó la portavoz de este colectivo, Mirentxu Agirre, también servirá «de termómetro» cara a la inaguración del Parque de las Viudas el próximo 10 de mayo.

Crítica al Ayuntamiento

Agirre resaltó que con este evento lo que pretenden los familiares de las víctimas es «cerrar las heridas que tanto sufrimiento han causado durante estos 70 años», y por ello reivindicó «una memoria histórica humanitaria, porque lo que nos preocupa son los derechos humanos y la sensibilidad».

La portavoz de la asociación que representa a los familiares de los fusilados manifestó su convencimiento de que este año el evento movilizará a más ciudadanos que en los dos anteriores. «Si el primer año fueron 1.500 personas las que acudieron y el pasado 2.000, esta edición queremos superar esta cifra como clara voluntad de dar un fuerte apoyo a los familiares de los fusilados», apuntó.

Agirre criticó duramente la actitud mostrada por el Consistorio iruindarra hacia esta iniciativa, ya que no ha acudido a las anteriores ediciones y cuando se ha visto obligado por el Pleno a colocar una placa en recuerdo de las víctimas, lo ha hecho ubicándola en un lugar poco visible y a pequeña escala.

La representante del colectivo consideró que el Ayuntamiento «debe tener altura ética y realizar de una vez el homenaje que todos esperamos», y reconoció que «hubiéramos preferido que la placa de homenaje a los fusilados se hubiera instalado en otro lugar y con el tamaño adecuado; un tamaño digno respecto a las circunstancias a las que se refiere, que no permiten andar ahorrando espacio».

Por todo ello, invitó a toda la sociedad a que acompañe a los familiares de los fusilados «como muestra de la voluntad de la ciudadanía navarra por superar la tragedia de la Guerra Civil con dignidad y justicia».