La alcaldesa de Guardia, María Jesús Amelibia, hizo un rápido repaso a la conflictiva historia del proyecto de campo de golf, desde el primer proyecto de 100 viviendas y 1 millón de metros cuadrados, que fue aprobado por unanimidad, hasta la actualidad. En los cinco años que han transcurrido desde ese primer paso se ha producido un constante vaivén en la cantidad de metros cuadrados que ocuparía todo el proyecto y en el número de viviendas que constituirían la operación urbanística. Y se han producido una serie de irregularidades cuya investigación está ahora en manos de los jueces, incluido el intento de so-borno al único concejal de EA de la localidad.

Con los datos ya conocidos y en respuesta a las preguntas que le formularon los distintos grupos junteros, la alcaldesa de Guardia tuvo que reconocer que no había otro remedio que dar carpetazo al proyecto, porque en el fondo «sólo se ha hablado en este tiempo de número de viviendas y de metros», lo que demuestra, en su opinión, que «claramente se trataba de un pelotazo urbanístico».

Una operación que seguía encima de la mesa del Ayuntamiento de Guardia a pesar de que el anterior equipo de gobierno era del mismo partido que el que gobernaba la Diputación, el PP, y todos los informes que se emitieron desde la institución foral desde el año 2004 eran muy negativos. De hecho, esos informes son la base sobre la que el actual equipo municipal basará el carpetazo a un proyecto que, de hacer caso a las recomendaciones de carácter medioambiental y a las normativas urbanísticas, no podrá tener más de cien viviendas, lo que lo convierte en económicamente inviable.

De no presentarse algún promotor interesado en llevar el proyecto adelante siguiendo los requisitos legales, en mayo se decidirá oficialmente poner fin al recorrido institucional de este proyecto, con la recalificación de los terrenos en que iba a asentarse el campo de golf y las viviendas como rústicos. Esta medida cuenta con el apoyo de 48 de los 50 propietarios de las fincas afectadas. Uno de los que se niegan a este cambio es, precisamente, quien fuera anterior alcalde de la localidad, Javier San Pedro (PP), uno de los máximos impulsores del golf.

Pero la investigación judicial seguirá en marcha, no sólo en lo que se refiere al intento de soborno al concejal de EA para que apoyara la postura del PP en el pleno, sino también, entre otras cosas, los movimientos de titularidad de tierras que ha habido a lo largo de este proceso, lo que sin duda ayudará a clarificar mucho de lo ocurrido.

El PNV no opina

Amelibia no eludió ninguno de los datos que se le pidieron en torno al proceso que se ha dado en su Ayuntamiento en torno al proyecto de campo de golf, pero eludió en todo momento juzgar posibles paralelismos con el proyecto aún vigente en Bastida, y no quiso responder a la pregunta directa del juntero de EAE-ANV, Aitor Bezares, sobre la opinión que merecen al PNV estos proyectos.

EAE-ANV denunció que el PNV, «mientras en Guardia se ve obligado a dar carpetado al campo de golf, en Bastida continúa apoyándolo contra viento y marea». Para la formación independentista, los problemas detectados en Guardia, como escasez de agua o el impacto paisajístico y medioambiental, «son seguramente más importantes en Bastida». En esta localidad, además, se pretende construir un hotel y muchas más viviendas. «Las mismas afecciones, los mismos intereses y quién sabe si los mismos métodos», concluye EAE-ANV.