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Diez años del acuerdo de Viernes Santo

«El cambio de actitud británico fue decisivo para el éxito del proceso»

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Martin Mcguinness | Viceprimer ministro del ejecutivo norirlandés

Soledad GALIANA | DUBLÍN

Hace diez años, el jefe del equipo negociador de Sinn Féin fue uno de los protagonistas de las negociaciones y la firma del Acuerdo de Viernes Santo. Hoy, Martin McGuinness, el que fuera número dos del IRA en Derry, se sienta con el unionista Ian Paisley a la cabeza del Ejecutivo multipartito de Belfast. Y desde el poder sigue apostando por avanzar hacia una Irlanda más justa y unida.

El Ejecutivo norirlandés ha sido instaurado y está trabajando. ¿Qué papel atribuye al Gobierno británico en el éxito del proceso de paz irlandés?

Han sido muchas las personas que han contribuido al éxito de las negociaciones, entre ellas los republicanos. La política norirlandesa ha sido durante años el escenario de sucesivas iniciativas políticas fallidas por parte del Gobierno británico en momentos en que éste intentaba boicotear el apoyo a Sinn Féin y propulsar a los llamados «moderados» del SDLP y UUP. Todos sus esfuerzos fracasaron. Es por ello que el cambio de actitud del Gobierno británico fue central en las negociaciones después de años de negarse a dialogar y a pesar de aquellos que deseaban seguir con una agenda política de seguridad inalcanzable.

¿Desde su punto de vista, cuáles son los cambios más destacables en el norte de Irlanda?

Ha habido muchos cambios positivos, entre ellos el fin del conflicto, la excarcelación de los presos y la desmilitarización británica. Además, ahora republicanos, nacionalistas y unionistas estamos trabajando juntos en las instituciones pluripartidistas y en el Consejo Ministerial para toda Irlanda. La Ley del Gobierno de Irlanda de 1920 ha sido derogada y el Gobierno británico se ha comprometido a aceptar el resultado a favor de la reunificación irlandesa de una consulta futura sobre la «frontera».

También se han establecido las Comisiones de Derechos Humanos en el norte y sur de Irlanda y se han creado la Comisión de la Igualdad en los Seis Condados y la Autoridad de la Igualdad en los 26 Condados [la República irlandesa]. Ahora se trabaja en establecer un reconocimiento equitativo de todas las víctimas y supervivientes del conflicto irlandés, independientemente de su procedencia, a través de la composición de la Comisión de las Víctimas. Otros aspectos a destacar son los desarrollos infraestructurales a nivel de toda Irlanda y la creación del Comité para la Implementación del Acuerdo de Viernes Santo en el Parlamento irlandés, que ha facilitado la inclusión de seis diputados de la Asamblea de Belfast con derecho a palabra en este comité del Parlamento de Dublín, algo que no tenía lugar desde la división de Irlanda.

En general, ha habido muchos cambios positivos, pero aún queda mucho por conseguir.

Claramente, Sinn Féin también ha cambiado en estos diez años, incluso en aspectos importantes de su política, como en el reconocimiento de la labor de la Policía norirlandesa, y lo ha hecho sin divisiones...

Era necesario un «volver a empezar» en el área de la Policía, y ello se está consiguiendo con la implementación progresiva de las recomendaciones de la Comisión Independiente sobre la Policía. Un representante del Consejo Policial y de las Asociaciones Policiales de Distrito están obligando a la Policía norirlandesa a aceptar sus responsabilidades. Asimismo, el Defensor del Pueblo ante la Policía puede investigar todas las quejas sobre conductas erróneas de la Policía, incluyendo casos de relevancia histórica.

Pero para que esto llegara a conseguirse se necesitaba el compromiso, esfuerzo y dedicación de nuestros activistas, quienes querían ver un servicio policial responsable y efectivo después de años de connivencia y desconfianza. Sinn Féin recorrió el país escuchando a los ciudadanos a nivel de base, algo que nadie más ha hecho en esta isla.

Se ha creado una demanda pública por parte de todos de un poder de decisión mayor en cuestiones judiciales y policiales. Porque en cuestiones fundamentales que se viven a diario en áreas de Justicia y actuación policial hay claros ejemplos de fallos que solo podrán ser resueltos con la transferencia de los poderes judiciales y de control policial al ejecutivo de Belfast. En cuestiones de sentencias, seguridad pública y el papel de la Fiscalía, la transferencia de responsabilidades acarreará mayor asunción de responsabilidades en estas áreas.

¿Cómo va el trabajo en las instituciones norirlandesas?

En los últimos meses, el Ejecutivo multipartitito ha acordado un Programa de Gobierno, un Presupuesto y una Estrategia de Inversión. Las Instituciones para toda Irlanda están funcionando.

A principios de año, una delegación de ministros del Gobierno irlandés se reunió con una delegación norirlandesa que incluía el mismo número de ministros y comenzaron a tomar decisiones en cuestiones que afectarán a todos aquellos que viven en la isla. Todos nuestros ministros han incluido temas relacionados con la igualdad y los derechos como la base de la política de sus carteras ministeriales.

«La igualdad entre todos los partidos es la base del Ejecutivo de Stormont»

Usted lidera un gobierno en el que conviven republicanos, nacionalistas y unionistas. Aunque trabajen juntos, aún hay desencuentros ¿Cuáles son los más destacados?

Evidentemente, todavía quedan muchos obstáculos. Sin embargo, creo que la gente debe poner la igualdad y los derechos de todos los ciudadanos de la isla por encima de todo. El Acuerdo de Saint Andrew's fue firmado por todos los partidos y es la clave de las negociaciones, y estoy seguro de que podremos superar cualquier dificultad que encontremos en el camino. No hay nada controvertido en la Legislación de la Lengua Irlandesa. No hay nada controvertido en la Propuesta de Ley de los Derechos que no haya habido antes en otra situación post-conflicto. Y tampoco hay controversia en la exigencia de un servicio policial local y responsable.

Hace casi un año que comparte el liderazgo del ejecutivo con el unionista Ian Paisley. ¿Cómo se ha desarrollado la relación entre ustedes en estos meses?

A pesar de las dificultades, y para sorpresa y alegría de muchos, hemos avanzado de forma significativa. Sinn Féin ha cumplido con el compromiso de crear instituciones que funcionaran. El Gobierno con el DUP no es fácil. No lo es para nosotros y tampoco lo es para ellos. Nadie esperaba que lo fuera. Pero hay un beneficio claro para todos nosotros en el hecho de que este arreglo funcione. Lo importante es el hecho de que Paisley -y quien quiera que le sustituya como líder del DUP- ha participado y participará en el Ejecutivo multipartito sobre la base de la igualdad entre todos los partidos.

¿Cómo cree que la marcha de Paisley influira en el Ejecutivo?

El acuerdo entre él y Gerry Adams en marzo de 2007 abrió la puerta a la reinstauración de las instituciones y continuará trayendo cambios. Sin embargo, quien quiera que sea el nuevo líder del DUP y el nuevo primer ministro tendrá que encarar desafíos importantes en cuestiones tales como la transferencia de poderes, los derechos de la lengua irlandesa, la legislación de derechos y muchos otros. Es importante que cuando se encuentren con estos temas en la mesa su actitud sea inteligente y positiva, y que cumplan con sus obligaciones.

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