Javad Nekounam vuelve a sentirse futbolista. Ayer recibió el alta médica, ocho meses después de que cayera lesionado y el centrocampista ya ve el próximo paso, el de saltar al campo, a la vuelta de la esquina.

Entonces sí podrá dar por definitivamente cerrado un capítulo que le ha tenido apartado del fútbol en activo desde el pasado 14 de agosto. El iraní, que se acababa de incorporar a la pretemporada rojilla tras haber disputado la Copa de Asia con su selección, se rompió el ligamento anterior cruzado de la rodilla derecha en una acción fortuita durante un amistoso frente al Villarreal.

La grave lesión, para la que se estableció desde un principio un período mínimo de baja de siete meses, no impidió que Osasuna alcanzara un acuerdo con el jugador el pasado mes de noviembre, por el que amplió su contrato -que acababa el próximo 30 de junio- hasta 2011. Tres meses después, a principios de febrero, Nekounam regresaba a Iruñea para afrontar la recta final de su recuperación, que hasta ese momento había desarrollado entre Irán y Alemania, donde fue operado.

Ayer subió el penúltimo peldaño del proceso, al recibir el alta médica. «Ayer, pensando en este momento, no pude dormir -confesó el centrocampista, que fue recibido con aplausos en la sala de prensa de Tajonar-. Recordé el tiempo que he estado parado y la etapa tan dura que he vivido». Una etapa a la que tuvo que hacer frente cuando, precisamente, mejor le iban las cosas, tras una temporada en la que se había convertido en una de las revelaciones, no sólo de Osasuna, sino de toda la Liga. «Estaba bien y llegó la lesión -lamentó-. Y los dos primeros meses fueron como dos años. Pero ahora, con el apoyo de todos, estoy sonriendo. Estoy empezando una etapa nueva y quiero volver con ilusión y a tope, aunque no tengo prisa».

Es un decir, porque el iraní ya está acariciando el momento en que pueda volver a saltar al campo. Que puede ser de un momento a otro, si se cumplen sus expectativas. «Creo que en dos semanas puedo estar al cien por cien -aseguró ayer-, aunque no sé si también será así para Cuco. Pero si él quiere que juegue, yo estoy preparado».

Lo que tiene claro Nekounam es que ese día será muy especial, y con sorpresa incluida. «Se me pone la carne de gallina pensando en cómo puedo afrontar ese momento -admitió-. Quiero compensar con buen juego a todos los que me han ayudado, aficionados, prensa y todo el club, y también a mi familia. Para todos, tengo una sorpresa para mi reaparición», adelantó.

Problemas para Dady

Evidentemente, ese momento no llegará ante el Espanyol, un choque para el que José Angel Ziganda tiene también las bajas de Margairaz y Delporte y, de momento, la duda de Dady.

El jugador portugués no pudo participar ayer en el entrenamiento, al padecer una elongación en el adductor mediano de su muslo izquierdo. Hoy será nuevamente valorado y se decidirá la pauta a seguir.