Los enfrentamientos entre partidarios y opositores al presidente paquistaní, Pervez Musharraf, se saldaron con la muerte de, al menos, siete personas. Cinco de las víctimas eran abogados, según señalaron fuentes oficiales.

Los cinco cuerpos carbonizados fueron recuperados del edificio en el que estaba ubicado el bufete de abogados, que fue incendiado con ellos en su interior, explicó el presidente de la Asociación de Abogados de Karachi (KBA), Mehmood Ul Hassan.

Un tenso ambiente impregna la ciudad desde que el lunes manifestantes se enfrentaran fuera de la asamblea provincial de Karachi a Arbab Ghulam Rahim, partidario de Musharraf y ex ministro principal de Sindh.

Uno de los seguidores del partido que apoya al presidente, el Movimiento Muttahida Qaumi (MQM), culpó a cierto sector de la abogacía de los actos de violencia de los últimos días. Los líderes de los letrados rechazaron tal acusación. «Todo el mundo puede ver, incluso los reporteros que estuvieron allí, que los abogados respaldados por el MQM asaltaron la cafetería del edificio y saquearon nuestras oficinas. Es un ataque a la campaña para la restauración de la legalidad y la democracia. Todo esto se está haciendo a instancias de la Presidencia», denunció el presidente de la KBA, Naeem Qureshi.

El origen de estas protestas está en la destitución, ordenada por Musharraf, del presidente del Supremo, Iftijar Chaudry, y de decenas de jueces. El nuevo Gobierno ha prometido que los recolocará.