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«No tenemos suficientes inspectores para el control de las empresas»

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Jukka Takala
director agencia europea de salud laboral

Lleva año y medio al frente de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Jukka Takala entiende que es necesaria esta organización, porque ofrece buenas prácticas y anticipan los riesgos a los que nos enfrentramos. Para él, se debe exigir el cumplimiento real de la legislación.

Juanjo BASTERRA |

El próximo 28 de abril se conmemora el Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Jukka Takala es el director de la Agencia Europea que tiene su sede en la Gran Vía de Bilbo. Insta a impulsar la prevención para lograr «una Europa más productiva». Reconoce la limitación de ese centro, dado que «las 65 personas que trabajan en la sede de Bilbo lo hacen para millones de trabajadores». En la UE se producen al año 167.000 muertes por accidentes y enfermedades profesionales, lo que es un auténtico escándalo que no parece remitir, aunque Takala ve «luz al final del túnel».

¿Qué experiencia ha obtenido de su año y medio en Bilbo?

Mi experiencia me dice que es un lugar muy importante para Europa y otros continentes. La Agencia Europea ha hecho un buen trabajo en el pasado y creo que sería necesario continuar. Lo digo porque hay opiniones en algunos países en donde la seguridad y la salud no se considera como algo muy importante y trascendente. Sin embargo, estamos muy lejos de nuestros objetivos y de nuestra meta. Hay que tener en cuenta que nos hemos olvidado de las enfermedades profesionales.

¿La agencia es una herramienta adecuada?

La Agencia Europea es una herramienta muy importante para ese objetivo. Seguimos siendo un catalizador, pero creo que tendremos que trabajar mejor, infinitamente mejor, con los estados miembros. Es vital para toda Europa. No solamente por los temas morales y éticos, sino para hacer que Europa sea más productiva. No se puede ser más productivo si la gente se muere o lesiona en el trabajo.

¿Qué representa para usted el 28 de abril, ya que fue responsable en la OIT en esta materia?

El año pasado hicimos alguna aportación a ese día internacional, este año serán más. Es una campaña global y habría que participar más, para que todo el mundo entienda que es necesario trabajar juntos. Por ejemplo, el año pasado hablábamos del cáncer en el trabajo. En Europa fallecen 90.000 personas por el cáncer al año, son 20 veces más víctimas que los accidentes laborales. Es algo que deben conocer más los trabajadores y hay que diseminar más los métodos de prevención.

¿No le parece que retrocede la prevención de riesgos laborales puesto que los trabajadores perciben cada vez más riesgos en su lugar de trabajo?

Tenemos cifras nuevas referidas a la UE. Son 167.000 muertes las que se producen al año por accidentes y enfermedades profesionales. Esas cifras no las conocíamos antes. Hemos hablado de accidentes, pero no sobre patologías laborales, sobre las que no hemos trabajado adecuadamente. No lo digo sólo por la Agencia, sino por todos los Estados miembros, los gobiernos y otras organizaciones que trabajan en la seguridad y la salud en el trabajo. Queda un largo camino por recorrer en este terreno.

Mueren más trabajadores que personas en la guerra de Irak, sin querer ser frívolo.

Si hace esa comparación, se mueren muchas más personas y también más que por el problema del tráfico. Pero la mayoría de la gente, cuando se acostumbra al lugar de trabajo y acepta esa cultura del trabajo, asume la cultura del riesgo. Y, desde luego, la dirección de la empresa tiene una importante responsabilidad, pero a cada uno le compete la decisión de no aceptar los riesgos.

¿No cree que en muchos casos, sino en todos, se les obliga?

Significa que las pyme recurren a las malas prácticas, porque a nadie le importa, sin más. A menudo las empresas grandes contratan servicios porque, de esta manera, se eximen de la responsabilidad que conlleva respecto a asegurar la seguridad y la salud en el trabajo. Pero a la empresa grande le corresponde la responsabilidad. Está claro que no tenemos los suficientes inspectores para controlar la situación. Si las grandes controlan a las pequeñas, sería una de las soluciones.

Entonces, ¿la evaluación de riesgos es un requisito que se hace imprescindible?

La evaluación de riesgos es una herramienta importante porque abarca todo el proceso en cuanto a salud en el trabajo. Tenemos que hacer esa evaluación en cuanto accidentes, a cáncer y a cualquier problema osteomuscular, entre otros.

Todas las semanas se conocen esos datos de siniestralidad.

Sí. Las cifras están bajando en los países de Europa Occidental y creo que tenemos un determinado nivel de éxito en ese campo. Pero no hemos avanzado mucho en cuanto a otros problemas, porque en cuanto mejora uno queda sustituido por otro. Cuando la gente tiene condiciones de vida razonables espera que el trabajo no puede ser una parcela pobre de su vidas y apuesta para que las empresas mejoren las condiciones. Los jóvenes que se sienten interesados por la salud en el trabajo no quieren trabajar en empresas donde las condiciones de trabajo son malas.

Me quiere conducir a esa teoría de que a mejores condiciones de trabajo, mejor productividad, pero es simple teoría

En algunos casos sí, en otros, no. En empresas grandes lo están entendiendo con nitidez. Hay responsabilidad. En empresas constructoras de Europa tienen como objetivo cero accidentes. En obras grandes, un trabajador puede llevar largos años sin accidentarse. Pero, a la vez, vemos que muchos subcontratistas, que hacen el trabajo muy peligroso, recurren a empresas que no tienen capacidad ni motivación para vincular esa teoría entre los trabajadores. En algunos campos vemos avances, pero también vemos que se trasladan riesgos de una parcela a otra. A menudo exportando el riesgo de fabricación a otros países de Asia, como China y otros.

¿Es porque hay una excesiva cadena de subcontratación?

La subcontratación estaría muy bien siempre y cuando, a la vez, se contratase la prevención.

¿En Europa la salud laboral se tiene en cuenta?

Algunas zonas desarrolladas, en muchos países de Europa estamos mucho mejor que en Estados Unidos y Canadá. Europa, no obstante, es un sitio muy heterogéneo, y no podemos decir que todos hacemos las cosas bien. No sólo tenemos dificultades entre los países del Este que están empezando a industrializarse y todavía están lejos de los estándares de seguridad y salud en el trabajo, sino que entre el resto de países de Europa hay grandes disparidades.

¿El dumping social es un problema añadido en este caso?

Es uno de los problemas que tenemos. Algunas empresas tienen condiciones laborales pobres y sacan bastante más beneficio de ello, pero creo que a largo plazo ese tipo de empresas no va a sobrevivir. Cada vez envejecemos más, las empresas pobres en seguridad y salud tendrán problemas a la hora de conseguir personal joven eficiente. Tendrán que contratar a quien puedan y tendrán que sentirse satisfechos con personas que ya tengan problemas de salud. Se deberán de conformar con esa situación. No siempre se va a poder traer a los inmigrantes para hacer los trabajos sucios y peor remunerados.

¿Ha calculado cuánto cuestan los accidentes y enfermedades a las arcas públicas por esa falta de prevención de riesgos laborales en las empresas de la UE?

Mis estimaciones son de un coste del 4% del PIB [medio billón de euros anuales]. En el caso de los trastornos osteomusculares, alcanzan al 1,6% del PIB, lo que sería igual a la riqueza de Polonia. Casi todos esos problemas son prevenibles, no hace falta ser un especialista en astrología para hacer prevención. Tampoco hay que adoptar más directivas. Mi interpretación es que las normas se tienen que implantar en la práctica. Muchas no se aplican, son un elemento decorativo, mientras se suceden los daños a la salud.

¿Las empresas miran los resultados trimestrales, es decir, anteponen los beneficios a la salud de los trabajadores, lo que algunos sindicatos han denominado «terrorismo patronal»?

Creo que no debemos analizar ningún concepto respecto a la patronal o los sindicatos, porque tienen su responsabilidad.

Unos más que otros

Sí, sí, está claro. De todas formas, hay un tema que estamos intentando identificar en dónde se encuentran los problemas más graves, pero hace falta tener un sistema de inspección. Porque en la agencia no llevamos el tema de la inspección, sino que analizamos ejemplos positivos e indicamos como se debe hacer mejor. No sólo se trata de que la patronal tenga falta de compromiso, sino que a menudo no saben como hacer algo. Si se les indica con claridad y se les da un incentivo para hacer las cosas mejor, lograríamos avances. De alguna manera, el refuerzo positivo es importante, tanto como analizar los aspectos negativos.

¿Es optimista ante el futuro?

Tengo suficiente experiencia y he visto avances tremendos. Pero tendríamos que trasladar los avances a todo el campo de la seguridad y la salud, y a todos los lugares de trabajo en Europa, no sólo a algunas empresas aisladas en zonas y países. Creo que hay luz al final del túnel, pero es un proceso largo.

 

MUERTES

«Tenemos nuevos datos que indican que al año fallecen 167.000 trabajadores en la UE, entre accidentes de trabajo y enfermedades profesionales»

Mejor

«Algunas zonas en Europa tienen desarrollada la salud en el trabajo, muy por encima de países como Estados Unidos y Canadá, aunque es cierto que se están exportando los riesgos a otros países de Asia por los sistemas de producción»

Dumping social

«El dumping social en materia de salud laboral es uno de los problemas que tenemos en la actualidad dentro de Europa, ya que algunas empresas tienen condiciones laborales pobres y obtienen más beneficios que el resto»

«Aunque no se implantara una estrategia europea, los accidentes bajarían por el cambio productivo»

¿Se va a cumplir el objetivo de reducir en un 25% los accidentes de trabajo hasta 2012, como indica la estrategia europea?

Creo que se va a lograr. Hay que tener en cuenta que ha habido un cambio de estructura de la sociedad. Hemos pasado de la fabricación y nos estamos convirtiendo en una sociedad de servicios. Automáticamente significa que el trabajo en oficinas es más seguro que en la fábrica. Aunque no se implantara ninguna estrategia de prevención, el número de accidentes bajaría. La mitad es de forma automática, el resto vendrá de la prevención. El problema está en que no tenemos objetivos similares para los accidentes y las patologías laborales.

Yendo a las enfermedades profesionales, cuando llegó dijo que las patologías sicosociales no se incluyeron en la lista de enfermedades profesionales por decisión política y económica ¿sigue pensando igual?

¿Hay demasiada desigualdad?

A muchos patrones les asusta. Porque si tienes que dar compensaciones, sólo el 1,6% del PIB tiene que ver con ausencia del trabajo por los trastornos musculoesqueléticos, si se añaden los sicosociales sería un enorme gasto para la patronal, y no quieren meterse en este campo. Será un proceso a largo plazo.

Lo que es terrible, es que el dinero público subvencione los defectos de prevención de las empresas

El cambio que se produce en la sociedad está haciendo que cambie, pero los avances todavía son muy lentos.

Tan lentos como que los afectados por amianto tienen que arrancar las sentencias a base de juicios, por ejemplo

Hace cinco años el amianto fue prohibido en Europa, desgraciadamente se tardará otros 50 años antes de que puedan compensarse esas patologías, puesto que el amianto está en la actualidad hasta en nuestros edificios. J. BASTERRA

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