Crónica | Polémica por una muestra en Viana
«Los visitantes siempre nos preguntan por qué copulan los doce apóstoles»
Un cuadro con la imagen de un Jesús inmerso en una orgía homosexual con los doce apóstoles, pintado por un artista ateo y expuesto en el museo de la Catedral de Viena, ha causado tal indignación que ha sido retirado de la muestra.
Luis LIDÓN
El lugar más destacado de la exposición «Religión, carne y poder» era para la polémica obra «La última cena», del austríaco Alfred Hrdlicka, en la que el artista expone su particular visión orgiástica de ese pasaje de los Evangelios.
En la escena, representada en blanco y negro, se muestra a los apóstoles revolcándose y masturbándose unos a otros con signos de haber bebido de más. «La pregunta de por qué copulan los apóstoles la recibimos siempre, de forma más o menos emocional», dijo el director del museo, Bernhard Böhler, al inaugurar a mediados de marzo la muestra dedicada a las obras de temática religiosa del polifacético artista, de 80 años de edad. La única respuesta que dio Hrdlicka, declarado marxista y ateo, es que «no había mujeres», por lo que Jesús y los apóstoles debían aplacar su ardor sexual por otros medios. «Ya Leonardo (Da Vinci) tenía la opinión de que el círculo de los apóstoles se mantenía unido gracias a la erótica homosexual», declaró el artista, conocido también por sus esculturas.
«Sin rostro pero con falo»
La exposición, que se compone de unas cincuenta obras es, según el autor austríaco, una reflexión de que todo el poder, tanto en el arte como en la religión, proviene siempre de la carne.
En este contexto, otro cuadro que causó polémica en la muestra de la Catedral vienesa fue el de la Crucifixión, en el que Jesús aparecía sin rostro pero sí con un falo bien visible. «No quiero elogiarme, pero una crucifixión mejor que ésta casi no la ha hecho nadie», declaró Hrdlicka, autor del «Monumento en contra de la guerra y fascismo», en el casco histórico de Viena.
Tanto el director del museo como el cardenal de Viena, Christoph Schönborn, próximo al Papa Benedicto XVI, son muy criticados por haber permitido que unas obras «sacrílegas» se expongan en las instalaciones de la principal catedral del país.
Por esta razón, y después de que las críticas crecieran como una bola de nieve, el museo retiró «La última cena» de la exposición, justo una semana después de la inauguración de la muestra, aunque esa medida no parece satisfacer a los críticos.
De hecho, algunas revistas católicas como «Kreuz» (Cruz) piden que el cardenal asuma sus responsabilidades por exponer «a un artista estalinista». Algunos ciudadanos también han querido opinar al respecto. «Parece más fácil para el cardenal que se humille a Jesús en ese museo escandaloso que asumir que se ha equivocado», criticó un lector molesto en esa revista.
Por otro lado, la Sociedad Austríaca para la protección de la tradición, la familia, y la propiedad privada, ha repartido pasquines y ha convocado a una protesta contra la exposición.
«Fuente de inspiración»
Mientras tanto, Erich Leitenberger, portavoz del cardenal, ha tratado de calmar los ánimos explicando que se trata de obras de un artista independiente y que el museo de la Catedral no se identifica automáticamente con ellas.
Hrdlicka, por su parte, ha asegurado que se siente más cristiano que marxista en su creación artística y que la Biblia siempre ha sido una fuente de inspiración para él.