Salim Lamrani 2008/4/9
Por qué la UNESCO no puede asociarse con la ONG francesa Reporteros sin Fronteras
Voltairenet.org
La ONG francesa Reporteros Sin Fronteras (RSF) que había intentado utilizar el patrocinio de la UNESCO para tener una mejor credibilidad en sus operaciones de propaganda pro-estadounidense, ha sido rechazada por dicha organización internacional. Está claro que las organizaciones internacionales deben ser imparciales y en ese sentido no podían avalar las acusaciones mentirosas de RSF, porque esta ONG aprueba la censuras, torturas e invasiones de Estados Unidos, pero condena enérgicamente la menor falta cometida por un país del Tercer Mundo. Sobre todo cuando los reproches de RSF no están previstos a tratar de mejorar la situación del país criticado sino a ponerlos en una situación de vulnerabilidad frente a la ambición de Estados Unidos. (...)
RSF elaboró una lista de quince países «enemigos de Internet» de la que forman parte Arabia Saudí, Birmania, China, Corea del Norte, Cuba, Egipto, Etiopía, Irán, Uzbekistán, Siria, Túnez, Turkmenistán, Vietnam y Zimbabwe, cuya principal característica es que son naciones del Tercer Mundo. Ni un solo país occidental figura en esta lista. Pero no es sorprendente ya que Robert Ménard, secretario general de la organización parisina desde 1985, afirmó que sólo le interesaban los países subdesarrollados: «Decidimos denunciar los atentados contra la libertad de la prensa en Bosnia y en Gabón, así como las ambigüedades de los medios argelinos y tunecinos... pero no ocuparnos de las derivas francesas»: ¿Por qué razón? «Porque si lo hiciésemos corremos el riesgo de disgustar a ciertos periodistas, enemistarnos con los grandes patronos de la prensa y enfurecer al poder económico. Ahora bien, para mediatizarnos, necesitamos la complicidad de los periodistas, el apoyo de los patronos de la prensa y el dinero del poder económico».