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Xabier Lopez de Alda Azkoitia

Madrid tampoco paga a traidores

Ya no necesitaba para nada al PNV; ya había conseguido lo que quería de ellos; ahora era la hora de despreciarlos y ponerlos en su sitio; y así lo hizo

No sólo Roma no paga a traidores. Tampoco Madrid, ni ningún poderoso de los que compran, embaucan u obliga a alguien a ser traidor a su causa o a su pueblo. Después de la traición, el poderoso desprecia y maltrata a sus «aliados» como lo que son, traidores. La historia está llena de ejemplos, pero el último lo hemos visto en el debate de investidura de Zapatero.

Subió a la tribuna el representante del PNV, Josu Erkoreka, y comenzó a hablar con buen talante y un tono un tanto irónico, con aires de alguien importante que es «colega» de Zapatero -recordaba los encuentros Aznar-Bush-. Adornó su discurso con metáforas muy jatorras y «muy nuestras»: que si jugamos a «chica» o a grande, que si damos otra mano, etcétera. Pero al poco se acabo la diversión y en esto llegó... llegó Zapatero y olvidándose de su famoso talante le soltó una coz en todo su discurso. No quería jugar, ni a la «chica» ni a la grande, ni siquiera quería jugar al mus. Él sólo juega a la Constitución española y no se sube a ningún tren que no sepa a donde va. De mala forma, prepotente y sabiendo quien manda, le puso en su lugar al «colega» Erkoreka.

Ahora ya no estaban en Loiola negociando con Batasuna y no necesitaba su ayuda, la presencia y la firma de un partido que se considerase abertzale para tenerlo de coartada y de «cuña de la misma madera» contra la izquierda abertzale. No necesitaba al PNV para intentar doblegar a la izquierda abertzale, hacerla pasar por el aro y en caso contrario, levantarse de la mesa y echarle conjuntamente la culpa del fracaso. Esos trances ya habían pasado; ya no necesitaba para nada al PNV; ya había conseguido lo que quería de ellos; ahora era la hora de despreciarlos y ponerlos en su sitio; y así lo hizo.

El ingenuo de Erkoreka no salía de su asombro. ¿Qué le había pasado a Zapatero, que ya no quiere jugar a nada con nosotros? ¿Qué le hemos hecho? Pues lo mismo que CiU en las negociaciones del Estatut de Catalunya. Una vez Zapatero consiguió la traición de CiU al resto de partidos catalanes firmando un Estatut a la baja, los dejó fuera en la formación de gobierno de la Generalitat.

Y lo mismo que hizo el PSOE con EE cuando consiguió amansarlos y convertirlos en buenos nacionalistas españoles, traicionando sus orígenes y principios de izquierda y de Euskadi. Les dio dos poltronas a sus dirigentes para que mantuviesen a la gente de base callada. Y después, olvido y desprecio. Para nacionalistas españoles ya estaban ellos -y no digamos para ocupar poltronas-.

Y ahora ha vuelto a hacer lo mismo con el PNV. Ignorarles, que es el mayor desprecio, y leerles la cartilla con la Constitución en una mano y dándoles un buen zurriago con la otra. Y que marchen para casa, a ver si se aprenden las reglas de juego de España, que en Madrid no pintan nada.

Con eso coincidimos muchos de este país. ¿Qué han pintado en Madrid tantos años? ¿qué han conseguido? Ni completar el Estatuto de Autonomía, y eso que tanto el PSOE como el PP son grandes defensores del mismo.

No aprenden, porque no es la primera vez que lo viven en sus carnes. No hace mucho que le dieron la «patada» al mismísimo lehendakari con un proyecto de estatuto aprobado por mayoría absoluta en el Parlamento de Gasteiz. Sr. Ibarretxe, ¿por qué se extraña tanto de que los presidentes españoles negocian con ETA y con la izquierda abertzale y no con usted? La respuesta es clara: a usted, a su partido y al resto ya los tienen domesticados. Incluso los usan como para encerrar a las ovejas negras o díscolas que no quieren entrar en el redil.

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