La familia baskonista acogía con ilusión el partido ante el Axa Barcelona, con la idea de seguir siendo fuertes en Zurbano y, de paso, conquistar la tercera posición liguera. Sin embargo, una zona 2-3 blaugrana derrotó a los locales, devolviéndolos a su irregular realidad, y a una triste cuarta plaza.

Se notó la elevada moral en el cuadro baskonista. Con Mickeal motivado, el habitual mal inicio baskonista se convirtió en comienzo brutal. Un mate -más falta- del propio Pete Mickeal acabando un contragolpe, fue el culmen de tal entusiasmo.

La superioridad física y reboteadora de los de Spahija auguraba un fácil triunfo, pero las muñecas no estaban bien engrasadas en la primera mitad. Xavi Pascual lo vio y puso la zona 2-3 que dinamitó el choque. Fran Vázquez, que desde que le han echado un tiento desde Orlando es otro, guió al Barça hasta arrimar el marcador a dos puntos al descanso: del 24-15 al 35-33.

Faltos de tranquilidad

El Axa Barcelona seguía con su defensa y a los gasteiztarras se les hacía de noche. Sin Jasaitis, que sufrió un golpe, -Kasun también se marchó a la enfermería, por precaución, tras unas palpitaciones de su corazón- y sin tranquilidad en jugadores como Teletovic, que se jugó 12 triples, los baskonistas tiraban sin acierto mientras que su desventaja aumentaba y Trías rebañaba los rebotes.

En el lado culé, Alex Acker despertó y el mejor juego catalán casi decidió el choque: 63-73.

Spahija se la jugó con presiones, faltas y triples que, al fin, entraban. Pero era tarde y ni a Pepe Sánchez ni a Basile les tembló el pulso desde la línea de tiros libres.