La Real tiene que estar satisfecha por empatar un partido que pudo ganar, pero también perder. Dio malas sensaciones en el segundo tiempo y eso dificulta hacer un balance positivo, pero en el cómputo general el equipo blanquiazul fue algo mejor y tuvo opciones más claras incluso en esos minutos finales de impotencia, en los que Martí pudo dar el triunfo a la Real en dos opciones. En la primera cabeceó bien un centro de Castillo y en la segunda debió pasar el balón antes a Gari en una contra en superioridad de tres para dos. Cuando lo hizo fue demasiado tarde y el de Ibarra remató mal.

No habría sido muy justo que la Real marcara cuando peor jugaba, pero tampoco que el Celta hubiera ganado un partido que deja a los blanquiazules empatados con el Sporting a cinco puntos del Málaga a la espera del encuentro que estos dos equipos disputarán hoy. Normalmente en este tipo de partidos a priori lo ideal es el empate, pero Lillo prefería que ganara el cuadro andaluz, lo que dejaría el segundo puesto a ocho puntos. En cualquier caso, no hay que perder energías en algo que no depende de uno.

Lo importante es que ayer el Celta se despidió del ascenso, que el Elche sigue a dos puntos y que ni Castellón ni Tenerife son capaces de engancharse a la pelea. Por eso solo cabe hacer una valoración positiva del resultado, sobre todo si el punto lo hace mejor una victoria el domingo ante el Nastic.

Actitud desde el inicio

Lillo apostó por un once acertado que se adapta a la perfección a lo que tiene en el vestuario y a la situación. Entraron dos jugadores como Garitano y Díaz de Zerio que aseguran actitud y carácter desde el inicio en lugar de Víctor y Nacho, que no aportaban eso en los últimos partidos.

Garitano demostró que debe ser un hombre importante en un equipo que además necesita más poder en el juego aéreo que el mostrado ante el Hércules. Algunos le apuntarán para justificar la falta de fluidez del juego del segundo tiempo, pero fue uno de los más acertados en el pase. Lo triste es que Martí jugara peor de lo habitual más adelantado, porque ese trío de medio centros puede hacerlo bien, sobre todo fuera de casa.

A Díaz de Zerio también le acusarán algunos de que necesita cinco ocasiones para marcar una, pero su mayor mérito es que las busca con su trabajo y sus constantes movimientos, que es lo que necesita el equipo.

Los cambios implicaron desde el inicio una actitud positiva. En 33 segundos entre Xabi Prieto y Díaz de Zerio fueron capaces de provocar dos ocasiones por anticipación. En la primera el delantero no se dio cuenta de un gran pase tras una recuperación del extremo y en la segunda el pichichi realista estuvo a punto de remachar un balón que se le escapó de las manos a Esteban.

La conexión volvió a funcionar en un gran centro que remató con la izquierda Díaz de Zerio con la mala suerte de que el balón fue a donde estaba colocado Esteban. En la jugada siguiente Diego Costa envió fuera un disparo desde lejos, pero el partido parecía controlado hasta que llegó un fallo de Martí que Riesgo enmendó en primera instancia para enviar el balón a corner.

Pero en ese primer saque de esquina hubo un fallo de entendimiento entre Mikel González y Labaka, que permitieron a Lequi rematar a placer. El de Arrasate parecía el encargado de estar con el central y el azpeitiarra con Rubén, pero el movimiento de Lequi provocó que uno pensara que lo iba a coger el otro y el otro que debía seguirle el primero. Y así llegó el tanto.

Un empate oportuno

La Real tardó unos minutos en encajar el golpe, pero un Xabi Castillo que está en su mejor momento de la temporada realizó una gran jugada individual que encontró perfecta respuesta en el movimiento de Díaz de Zerio y en su remate. El delantero también se movió muy bien dos minutos después tras un pase de Mérida, pero tardó demasiado en rematar con la izquierda.

Por ocasiones y juego la Real debió marcharse con ventaja y eso provocó que el Celta saliera muy conservador en el segundo tiempo, cediendo la iniciativa al cuadro blanquiazul, al que entonces empezó a faltarle frescura para mover el balón, sin que los cambios aportaran nada. Nacho y Víctor no pudieron aprovechar la ocasión para reivindicarse tras su primera suplencia y Gari no pudo cubrir la importante baja de Xabi Prieto, que tuvo que ser sustituido tras sufrir una dura entrada.

Por contra, Vitolo mejoró mucho el juego del Celta y la acumulación de delanteros que no paraban de moverse sumó en el más absoluto desconcierto a los de Lillo. Si en el minuto 60 la posesión era favorable por un 60% a un 40%, a partir de ahí la Real no tuvo el balón hasta las dos opciones finales y necesitó echar mano de su orgullo para sumar un punto bueno. No hay que olvidar que el Celta es un equipo con buenos jugadores experimentados en Primera que dan su mejor nivel contra los rivales más importantes y desde ayer deben empezar a pensar ya en la próxima temporada.