Urkullu ha dicho que Egibar tuvo un calentón al rechazar la moción de censura del PSOE en Arrasate contra ANV, la fuerza política con más votos. Del «la moción de censura no va a solucionar nada» a la «condena» obligatoria va un largo camino de presiones de unos a cesiones de los otros.

El PNV, su EBB, prefiere plegarse a lo que le manda el PSOE desde Madrid, y más cuando le acaban de «regalar» un puesto en la Mesa del Congreso español. Para ello no le importa obligarle a Egibar a hacer un striptease público, bajarse los pantalones en toda regla. Parece no importarle nada la opinión mayoritaria de los ciudadanos de Arrasate ni, estoy seguro, de muchos votantes jelkides que ven con asombro y desolación cómo se cede ante el PSOE por un plato de lentejas. El PNV, en su calentón tras el último fracaso electoral, prefiere echarse en los brazos del PSOE.Quizás ellos les permitan seguir o compartir el «negocio vasco», aunque para ello se tengan que bajar los pantalones y volver a los tiempos del acuerdo de Ajuria Enea que no solucionó nada.

Ahora llegará la hora de pronunciarse y tanto EA, EB como Aralar de Arrasate se van a tener que decantar. ¿Se bajarán también los pantalones ante Madrid, ante quienes cierran periódicos, ilegalizan ideas, niegan el derecho a elegir a este pueblo...? Pronto lo veremos.