Quienes proponen la nominación de Saseta entienden que en esta persona y los valores por los que luchó y murió, junto con tantos otros, se simboliza «la defensa de los derechos inalienables a ser y a existir de personas y pueblos, y la defensa de la causa de la libertad frente al fascismo, elementos claves y necesarios de recuperar e interiorizar por cualquier sistema que se reclame democrático y gestor de una verdadera paz».

En nombre de Ahaztuak 1936-77, Martxelo Álvarez señaló que la razón que ha motivado a su grupo para esta iniciativa es «el significado de Saseta como persona referencial en la memoria histórica democrática y antifascista de Euskal Herria en la lucha contra el golpe franquista y por el respeto a la voluntad popular», así como su condición de víctima del franquismo, lo que «en el necesario reconocimiento que amplios sectores de la sociedad demandan para las víctimas del franquismo» hace que impulse «este reconocimiento personalizado en la figura referencial de Kandido Saseta, pero extensivo a todos los gudaris y milicianos que dieron su vida frente al fascismo».

Álvarez subrayó que «Saseta y y los gudaris y milicianos dieron su vida en una importante contribución a la causa de la reconciliación en una sociedad en la que las huellas y heridas abiertas por el golpe fascista, la guerra y la dictadura siguen desgraciadamente abiertas».

Arantza Saseta, sobrina de Kandido, agradeció en su nombre y en el de su familia, «tanto los que viven aquí como los que están en el exilio como consecuencia de aquella guerra», la iniciativa que, espera, prospere en Gernika. «No sólo como familiar, sino como vasca y como persona que ve en Kandido Saseta y en los valores que defendió un patrimonio de todos los ciudadanos vascos que amamos a nuestro pueblo y que defendemos los derechos que como pueblo tiene», agregó.

Querido y respetado

José Ramón Enparan, de Sasetaren Aldeko Taldea, recordó al nominado como «un hombre al que le tocó la tarea de ser comandante en jefe del Ejército Vasco, pero en el que además están condensados toda una serie de valores universales, como son el amor por su pueblo y el compromiso con éste, la lucha por la libertad, la lealtad, la solidaridad, la coherencia y el he-roísmo». Subrayó los rasgos de humildad y humanidad «que le llevaron a ser profundamente querido y respetado por los gudaris y milicianos a sus órde-nes, independientemente de su ideología, tal y como se refleja en las declaraciones hechas tras su muerte».

Ekain Ormaetxea, concejal del Ayuntamiento de Gernika y representante de la Casa de Cultura, también manifestó el apoyo a la iniciativa, apelando «a la vida y la muerte de Kandido Saseta, fiel a unos principios democráticos y a su defensa frente a aquellos que unos meses después de su muerte arrasarían Gernika y la libertad de nuestro pueblo con sus bombas».

La localización del cuerpo de Kandido Saseta fue una incógnita hasta que se dio con él en Areces, en un lugar conocido como el «Pradón de los vascos» en el que, según todos los indicios, pudieran estar enterrados un centenar de gudaris.