Tengo una pregunta para usted» tuvo su peor respuesta en audiencia con la presencia de Luis Aragonés. Cuando salían los candidatos a la presidencia del gobierno de España, la respuesta de los telespectadores fue bastante más amplia. Esto es un dato objetivo, estadístico, y es difícil sacar conclusiones definitivas sobre las apetencias de las audiencias porque, o es el propio «Zapatones», que así le gusta que le llamen como apodo, el que no tiene el tirón que se creyeron quienes lo programaron, o es que el fútbol solamente tiene interés en su vertiente emocional, sentimental, identitaria, más o menos deportiva y no cuando se trata de analizar algo más allá del propio juego.

Como era previsible el famoso futbolista conocido por el nombre de Raúl estuvo demasiado presente. Y en este terreno el actual seleccionador de fútbol, por la gracia de Villar, es un hombre curtido. Sorprende que a todos sorprendiera que aguantase las dos horas respondiendo preguntas de toda índole y urgencia histórica a cargo de sesenta ciudadanos sin apenas despeinarse. Se aseguró, por activa y por pasiva, de que le agradecían su tono. Y en estas afirmaciones lleva la penitencia. ¿Quién ha hecho que la imagen de Luis tenga actualmente ese deterioro y se le recuerde por sus exabruptos, por sus malas relaciones con algunos medios de comunicación y no por su larga trayectoria de futbolista y de entrenador en diferentes equipos de primera categoría? Pues Raúl, los raulistas, y todos aquellos que viven a la sombra del merengue en flor.

No se mojó en los asuntos más peliagudos, se mostró constitucionalista cuando fue interrogado sobre las selecciones vascas, siempre supo colocarse en un lugar no demasiado comprometido y reiteró todas sus coletillas. Fue pillado en fuera de juego cuando se le mencionó a los mileuristas, y uno saca la conclusión final de que se trataba de una operación de lavado y peinado del propio Luis y de paso, una manera de intentar un encuentro entre las audiencias contabilizadas como posibles seguidores del propio seleccionador español. Lo dijo rotundo: si ganan el campeonato de Europa prometió hacer el Camino de Santiago. Y yo.

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