Sancionado Monreal, volverá a la titularidad ante el Deportivo
Corrales: «He pagado muy caro mi error ante el Valladolid»
El lateral andaluz lleva más de cuatro meses sin jugar un partido completo y ha quedado relegado al ostracismo debido al buen rendimiento del de Eskirotz
Natxo MATXIN | IRUÑEA
Más de cuatro meses hace que Quique Corrales no salta de inicio como rojillo. Mucho tiempo, como él mismo reconoció en sala de prensa, para un jugador que estaba acostumbrado a promediar una cifra de partidos ligueros cercana a la treintena desde su llegada a la escuadra navarra.
El sevillano, que lleva sin jugar noventa minutos desde el partido de la primera vuelta contra el Valencia, allá por el 8 de diciembre del año pasado, se ha visto eclipsado por el efecto Monreal. El de Eskirotz se ha hecho con el puesto y, lejos de acomodarse, ha ido aportando al equipo un rendimiento cada vez mayor en el lateral izquierdo.
Aunque con posterioridad disputó hasta dos encuentros más como titular -ambos en casa, ante el Espanyol y el mencionado contra el Valencia-, buena parte de culpa de su ostracismo ha sido fruto de la absurda expulsión que protagonizó ante el Valladolid en El Sadar por insultar a uno de los linieres en un momento en el que Osasuna estaba buscando la remontada frente a los pucelanos.
Esa actitud dentro del campo, muchas veces incontrolada a la hora de protestar las decisiones arbitrales, le ha costado a la postre desaparecer de las alineaciones habituales. El propio jugador reconoció esa circunstancia, al indicar que «a lo mejor he pagado demasiado caro mi error ante el Valladolid, pero me ha tocado y ya está».
En cualquier caso, el defensa andaluz se mostró respetuoso hacia las decisiones que Ziganda ha tomado respecto a su concurso. «Nunca he pedido explicaciones cuando he jugado ni ahora voy a hacerlo porque no juegue. Somos un equipo y las decisiones las tiene que tomar el míster, cada uno ya sabe por qué juega o no lo hace. Lo único que debemos hacer los futbolistas es entrenar fuerte».
«Con muchas ganas»
Como todo deportista con cierto orgullo, Corrales reconoció haberlo llevado mal durante todo este tiempo «porque todos queremos jugar. Te fastidia porque entrenas para ello, pero al igual que yo, pues todos los compañeros lo hacen, y después somos veintitantos y todos no podemos estar en el equipo».
Tras todo ese periodo sin demostrar sus cualidades, no es de extrañar que el lateral esté deseando que llegue el domingo. Casi sin dar tiempo a formular la pregunta, contestó con vehemencia que afrontaba el choque ante el Deportivo «con muchas ganas. Estoy deseando jugar, sentirme otra vez futbolista. Quiero pisar de nuevo el césped y que el árbitro pite el inicio».
Un partido que no va a ser sencillo vistos los números que manejan los gallegos -estarán arropados por cinco autobuses de aficionados-, algo que, sin ser desdeñable, no es lo que más le preocupa a Corrales. «No estoy como para elegir el equipo que venga, me da igual quién esté enfrente», señaló.
«Natxo (Monreal) lo ha hecho bastante bien, ha defendido a muerte estar en el once y me lo ha puesto muy difícil. Ahora me toca a mí devolverle la moneda, deportivamente hablando, claro está», comentó Corrales.
El futbolista andaluz no quiso entrar al debate de si está valorando salir de la disciplina rojilla si no cuenta con más oportunidades. «No hay tiempo para pensar en eso, sino en dejar a Osasuna donde se merece: en Primera».
El cambio obligado de Corrales por el sancionado Monreal parece ser la única variación que el técnico rojillo aplicará sobre el once que ganó al Espanyol. El de Larraintzar no dejó caer ninguna pista respecto al equipo que saltará de inicio, aunque no se esperan sorpresas.
A Ziganda no le gustó cómo transcurría una parte del entrenamiento de ayer cuando sus hombres realizaban un ejercicio de posesión y finalización. El técnico rojillo mostró su enfado a los jugadores, ya que no quiere que éstos se relajen ahora que está muy cerca la permanencia.
Ludovic Delporte comenzó ayer a caminar por las instalaciones de Tajonar, acompañado del readaptador físico, Josu Sesma. El francés está ahora más contento después de que las muestras tomadas en la cirugía no detectaran ningún tipo de problema estructural ni inmunológico.
Al igual que Osasuna, la previsión es que el Deportivo sólo aplique un cambio obligado en su equipo inicial, también por sanción. En el caso de los gallegos, la variación estará en el lateral derecho, ya que Manuel Pablo está sancionado. Su lugar lo ocupará el sevillano Antonio Barragán, quien tan sólo ha jugado nueve partidos ligueros en lo que va de temporada.
A la espera de lo que ensaye su técnico, Miguel Ángel Lotina en las próximas sesiones, todo apunta a que el resto del equipo será el bloque que venció al Athletic. Así, la línea defensiva de cinco hombres -sistema a partir del cual el de Meñaka consiguió darle un vuelco al juego de su escuadra- se completará con Luis Filipe en el lateral izquierdo y los tres centrales, Lopo, Pablo Amo y Coloccini.
En el doble pivote parece que Sergio y De Guzmán seguirán manteniendo la titularidad, apoyados en los carriles por el sueco Whilemsson por la derecha, mientras que Lafita correteará por el lado contrario. Xisco tendrá que batirse en solitario en punta con los zagueros rojillos.
Uno de los centrales deportivistas, Lopo, no dudó en afirmar que «este año ha sido una cosa de locos. Hace tres meses estabas peleando por no bajar y ahora estás peleando por la Intertoto». Para el defensa, su equipo todavía tiene retos pese a haber conseguido la salvación, «porque está el orgullo de cada uno y, sobre todo, no caer en la dejadez. Sería una pena tirar por la borda todo el trabajo que estamos haciendo cuando queda el último esfuerzo», apuntó.
